LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL
Solía repetirme con su viejo desprecio:
la poesía no sirve para nada.
Me quería instruir en un infierno
donde bajar la guardia es perder la partida,
donde sólo el dinero protege de este frío
de la edad. Pero, en cambio, no sabía
que es por este motivo que la necesitamos,
que se debe rastrear la poesía
por los juzgados y los hospitales:
más tarde, ya hablará de la que amas.
Hay poesía incluso en esta gente
como mi padre, que odió la vida.
Y tenía razón en su argumento:
de nada sirve, aquella que él leía.
JOAN MARGARIT
Aguafuertes
(1995)
[Poeticas.es]
Repetia-me sempre com seu velho desprezo:
a poesia não serve para nada.
Queria era instruir-me num inferno
onde baixar a guarda é perder a partida,
onde só o dinheiro protege deste frio
da idade. Mas, em troca, não sabia
que é por isso mesmo que a precisamos,
que devemos perseguir a poesia
por foros e hospitais:
depois, ela falará daquela que amas.
Há poesia mesmo em gente assim
do tipo de meu pai, que odiou a vida.
Ele tinha razão lá no seu argumento:
não serve de nada, essa que ele lia.
(Trad. A.M.)
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