LOS PASOS LEJANOS
Mi padre duerme. Su semblante augusto
figura un apacible corazón;
está ahora tan dulce...
si hay algo en él de amargo, seré yo.
Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
Mi padre se despierta, ausculta
la huida a Egipto, el restañante adiós.
Está ahora tan cerca;
si hay algo en él de lejos, seré yo.
Y mi madre pasea allá en los huertos,
saboreando un sabor ya sin sabor.
Está ahora tan suave,
tan ala, tan salida, tan amor.
Hay soledad en el hogar sin bulla,
sin noticias, sin verde, sin niñez.
Y si hay algo quebrado en esta tarde,
y que baja y que cruje,
son dos viejos caminos blancos, curvos.
Por ellos va mi corazón a pie.
César Vallejo
[
Otra iglesia]
Meu pai dorme. Seu rosto augusto
sugere um coração afável;
tão doce...
se nele há algo de amargo, sou eu.
Em casa há solidão, reza-se,
e não há notícias dos filhos hoje.
Meu pai desperta, ausculta
a fuga para o Egipto, o adeus cortante.
Tão perto...
se nele há algo de longe, sou eu.
E minha mãe passeia além pelos quintais,
a saborear um sabor já sem sabor.
Tão suave,
tão asa, tão saída, tão amor.
Há solidão na casa sem bulha,
sem notícias, sem verde, sem crianças.
E se algo há quebrado nesta tarde,
que desce e que range,
são dois velhos caminhos brancos, curvos.
Por eles segue meu coração, caminhando.
(Trad. A.M.)
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