18.9.15
Luis Rosales (A última luz)
LA ÚLTIMA LUZ
Eres de cielo hacia la tarde, tienes
ya dorada la luz en las pupilas,
como un poco de nieve atardeciendo
que sabe que atardece.
Y yo querría
cegar del corazón, cegar de verte
cayendo hacia ti misma
como la tarde cae, como la noche
ciega la luz del bosque en que camina
de copa en copa cada vez más alta,
hasta la rama isleña, sonreída
por el último sol,
¡y sé que avanzas
porque avanza la noche! y que iluminas
tres hojas solas en el bosque,
y pienso
que la sombra te hará clara y distinta,
que todo el sol del mundo en ti descansa,
en ti, la retrasada, la encendida
rama del corazón en la que aún tiembla
la luz sin sol donde se cumple el día.
Luis Rosales
És de céu pela tarde, com a
luz dourada nas pupilas,
como um pouco de neve entardecendo
ciente de entardecer.
E eu quereria
cegar do coração, cegar de te ver
caindo para ti mesma
como a tarde cai, como a noite
cega a luz do bosque caminhando
de copa em copa cada vez mais alto,
até ao ramo cimeiro, lambido
pelo último sol;
e sei que avanças
com a noite que avança e que iluminas
três folhas sozinhas no bosque;
e penso
que a sombra te fará clara e distinta,
que todo o sol do mundo em ti descansa
o ramo aceso do coração em que estremece ainda
a luz sem sol onde se cumpre o dia.
(Trad. A.M.)
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