15.9.15
Luis Cernuda (Se o homem pudesse)
SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR LO QUE AMA
Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Luis Cernuda
Se pudesse o homem dizer o que ama,
se pudesse erguer seu amor ao céu
como uma nuvem na luz;
se como muros que se derrubam,
para saudar a verdade lá dentro erguida,
pudesse derrubar seu corpo,
deixando só a verdade do seu amor,
a verdade de si mesmo,
não a glória, fortuna ou ambição,
mas sim o amor ou desejo,
eu seria aquele que imaginava;
aquele que com sua língua, olhos e mãos
proclama ante os homens a verdade ignorada,
a verdade de seu amor verdadeiro.
Liberdade não sei senão a de estar preso a alguém
cujo nome me dá ao ouvi-lo um calafrio;
alguém por quem esqueço esta existência mesquinha,
por quem o dia ou a noite são para mim o que quiser,
e o meu corpo e espírito bóiam em seu corpo e espírito,
como lenhos perdidos que o mar afoga ou levanta,
livremente, com a liberdade do amor,
a única liberdade que me exalta,
a única por que morro.
Tu justificas minha existência:
se não te conheço, não vivi; se morro
sem conhecer-te, não morro, pois não vivi.
(Trad. A.M.)
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