19.2.11

Pedro Salinas (Tu)










Tu vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores, 
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tu tocas. 


De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más. 


Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
Ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.


Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.


Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
- la única que te ha gustado.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.



Pedro Salinas






Tu vives sempre em teus actos.
Com a ponta dos dedos
tocas no mundo, arrancas-lhe
auroras, triunfos, cores
e alegrias; é tua música.
A vida é o que tu tocas.


De teus olhos, deles só,
sai a luz que guia
teus passos. Andas
pelo que vês. Nada mais.


E se uma dúvida te acena
a dez mil quilómetros,
deixas tudo, atiras-te
sobre proas ou asas,
estás logo lá; e rasga-la
com os dentes, à força de beijos:
Era uma vez uma dúvida.
Duvidar é que tu não podes.


Porque tu viraste os mistérios
do avesso. E os teus enigmas,
nunca vais entendê-lo,
são essas coisas tão claras:
a areia em que te estendes,
o movimento do teu relógio
e esse corpo rosa
que encontras no espelho
cada dia ao despertar,
e que é o teu. Os prodígios
já decifrados.


E nunca te enganaste,
mais que uma vez, nessa noite
em que uma sombra te interessou
- a única de que gostaste.
Parecia uma sombra.
E quiseste abraçá-la.
E era eu.


(Trad. A.M.)


.