LA MÁQUINA
Nos perseguimos
para matarnos.
Esperamos el momento oportuno
para el golpe por sorpresa
la emboscada definitiva.
En la práctica esta guerra
se reduce a una larga
continua vigilancia. Lo peor
son las noches afilando cuchillos.
José Daniel Espejo
Para nos matarmos
nos perseguimos.
Esperamos o momento azado
para o ataque de surpresa,
a emboscada fatal.
Na prática, esta guerra
reduz-se a uma longa
contínua vigilância. O pior
são as noites a afiar as facas.
(Trad. A.M.)
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