CÓMO TE DEFIENDES DE MÍ
Cómo te defiendes de mí.
Cómo resistes,
desde la torre de la ausencia,
agitando el pañuelo para siempre,
sin forma ni color,
humo tan sólo,
aérea y rígida en tu nube,
diciendo adiós al mundo y a mis brazos,
muerta y levísima.
Cómo te defiendes de mí.
Cómo, al fin, me derrotas
y me sepultas, también a mí,
en la tumba sin flores del olvido,
donde mis huesos no conozcan
la senda de tu cobardía.
Luis Alberto de Cuenca
Como te defendes de mim.
Como resistes,
lá da torre da ausência,
agitando o lenço para sempre,
sem forma nem cor,
fumo apenas,
aérea e rígida na tua nuvem,
dizendo adeus ao mundo e a meus braços,
morta, levíssima.
Como te defendes de mim.
Como, no fim, me derrotas
e me sepultas, também a mim,
na cova sem flores do esquecimento,
onde meus ossos não saibam
da tua cobardia.
(Trad. A.M.)
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