18.6.15

Roberto Bolaño (Sujo, mal vestido)





SUCIO, MAL VESTIDO



En el camino de los perros mi alma encontró
a mi corazón. Destrozado, pero vivo,
sucio, mal vestido y lleno de amor.
En el camino de los perros, allí donde no quiere ir nadie.
Un camino que sólo recorren los poetas
cuando ya no les queda nada por hacer.
¡Pero yo tenía tantas cosas que hacer todavía!
Y sin embargo allí estaba: haciéndome matar
por las hormigas rojas y también
por las hormigas negras, recorriendo las aldeas
vacías: el espanto que se elevaba
hasta tocar las estrellas.
Un chileno educado en México lo puede soportar todo,
pensaba, pero no era verdad.
Por las noches mi corazón lloraba. El río del ser, decían
unos labios afiebrados que luego descubrí eran los míos,
el río del ser, el río del ser, el éxtasis
que se pliega en la ribera de estas aldeas abandonadas.
Sumulistas y teólogos, adivinadores
y salteadores de caminos emergieron
como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica.
Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones.
Sólo el amor y la memoria.
No estos caminos ni estas llanuras.
No estos laberintos.
Hasta que por fin mi alma encontró a mi corazón.
Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo.


Roberto Bolaño

[Lifevest under your seat]



No caminho dos cães minha alma encontrou
meu coração. Destroçado, mas vivo,
sujo, mal vestido e repleto de amor.
No caminho dos cães, lá onde ninguém quer ir.
Um caminho que percorrem só os poetas
quando não têm já nada mais para fazer.
Mas eu tinha ainda tanta coisa que fazer!
E contudo ali estava, a deixar-me matar
pelas formigas vermelhas e também
pelas pretas, percorrendo aldeias
vazias, o espanto subindo
até tocar as estrelas.
Um chileno educado no México pode aguentar tudo,
pensava eu, mas era mentira.
À noite meu coração chorava. O rio do ser, diziam
uns lábios com febre que depois descobri que eram os meus,
o rio do ser, o rio do ser, o êxtase
que se dobra na orla destas aldeias abandonadas.
Pregadores e teólogos, adivinhos
e salteadores emergiram
como realidades aquáticas no seio de uma realidade metálica.
Visões só as provocam a febre e a poesia.
Só o amor e a lembrança.
Não estes caminhos, nem estas planuras.
Estes labirintos não.
Até que minha alma por fim encontrou meu coração.
Estava doente, é certo, mas estava vivo.

(Trad. A.M.)

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