LA SOMBRA DORADA
Abro la verja del jardín sin nadie.
Espera mi llegada el viejo limonero
y al verlo me parece
que no hubiera pasado en parte alguna
todo este largo tiempo,
que siempre hubiera estado
sentado en esta sombra, silencioso,
viendo pasar los días
con la mirada turbia de los que nada esperan,
pero al fin sobreviven.
Con tanta asiduidad he recordado
este mismo lugar
que no es extraño
sentir la vuelta a casa
como un hecho casual como si ahora
volviera una vez más y simplemente
cerrara una vez más la misma puerta.
La casa es hacia dentro el laberinto
que siempre he perseguido. Permanece
sitiada por los muros
azules de la infancia,
por ecos de una edad sobrevenida.
En la azotea,
el puerto sigue siendo un sueño antiguo
y arriba en las estrellas
leo de nuevo
el rumbo del viaje que comienza.
Álvaro Valverde
Abro a cerca do jardim deserto.
Espera-me o velho limoeiro
e parece-me, ao vê-lo,
que não estive ausente
este longo tempo,
estive sempre aqui,
sentado nesta sombra, silencioso,
a ver passar os dias,
com o olhar incerto de quem nada espera,
mas a final sobrevive.
Tantas vezes recordei
este mesmo lugar
que não é estranho
sentir o regresso a casa
como um facto normal, como se voltasse
agora uma vez mais e simplesmente
fechasse a porta mais uma vez.
A casa é para dentro o labirinto
que eu sempre persegui.
É ainda cercada pelos muros
azuis da minha infância,
pelos ecos de uma idade sobrevinda.
No terraço,
o porto continua sendo um sonho antigo
e nas estrelas em cima
leio de novo
o rumo da viagem que começa.
(Trad. A.M.)
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