Un día estaré muerto. De la mano
que en soledad escribe estas palabras
una tarde de otoño, sólo un vano
resumen quedará, una macabra
figura de marfil. En el secreto
cuarto pernoctaré, pálido y solo,
la cara ya indistinta y un discreto
pañuelo en la mandíbula. Tan sólo
una flor propondrá inútilmente
una nota feliz. Veo el paciente
ataúd que me aguarda. ¿Qué misterio
habráseme ese día desvelado,
terrible o musical? Algo muy grave
mi tácito cadáver sueña, sabe.
Víctor Botas
Um dia estarei morto. Da mão
que escreve em solidão estas palavras
uma tarde de Outono, ficará só
um vão resumo, uma figura
macabra de marfim. No secreto
quarto pernoitarei, pálido e só,
de cara indistinta já e um discreto
lenço na queixada. Uma flor
apenas dará inutilmente
uma nota feliz. Vejo o paciente
ataúde que me aguarda. Que mistério
se me terá desvelado nesse dia,
terrível ou musical? Algo muito grave
sonha, sabe, meu tácito cadáver.
(Trad. A.M.)
.