VACACIONES PAGADAS
He decidido marcharme para siempre.
Amén.
Volveré mañana
porque soy viejo
y tengo los pies muy resentidos
e hinchados por la gota.
Pero volveré a marcharme pasado mañana,
rejuvenecido por el asco.
Para siempre jamás. Amén.
Pasado mañana no, el otro, volveré,
paloma de raza mensajera,
como ella estúpido,
aunque no tan recto,
ni blanco tampoco.
Emponzoñado de mitos,
con las alforjas colmadas de blasfemias
huesudo y chupado y legañoso
príncipe desposeído hasta de sus sueños,
Job de pocilga;
con la lengua cortada, castrado,
pasto de la piojería.
Tomaré el tren de vacaciones pagadas.
Agarrado al tope.
La tierra que fue nuestra herencia,
huye de mí.
Es un chorro entre las piernas
que me rechaza.
Herbaza, pedregal:
signos de amor disueltos en vergüenza.
¡Oh, tierra sin ciclo!
Pero miradme:
otra vez he vuelto.
Solo, casi ciego de tanta lepra.
Mañana me voy
- no os engaño esta vez.
Sí, sí: me voy a gatas
como el tatarabuelo,
por el atajo de los contrabandistas
hasta la línea negra de la muerte.
Salto entonces en las tinieblas ardientes,
donde todo es extranjero.
Donde vive desterrado
el Dios antiguo de los padres.
PERE QUART
Vacaciones pagadas
(1959)
(Versão José Batlló)
Decidi partir para sempre.
Amen.
Amanhã voltarei
pois estou velho
e tenho os pés muito pisados
e inchados com a gota.
Mas voltarei a partir depois de amanhã,
rejuvenescido pelo asco.
Duma vez para sempre. Amen.
Depois de amanhã não, a seguir, voltarei,
pomba tipo correio,
como ela estúpido,
mas não tão recto,
nem branco tão pouco.
Intoxicado de mitos,
com o alforge atulhado de blasfémias,
ossudo e chupado e remeloso
príncipe despossuído até de seus sonhos,
Job de pocilga;
com a língua cortada, castrado,
pasto dos piolhos.
Tomarei o comboio de férias pagas,
agarrado ao máximo.
A terra da nossa herança
foge de mim,
um jacto entre pernas
que me rejeita.
Erva, pedregal,
sinais de amor desfeitos em vergonha.
Oh terra sem ciclo!
Mas vede,
voltei outra vez,
só, quase cego de tanta lepra.
Amanhã parto
- desta vez não vos engano.
Sim, sim, vou-me de gatas
como o tataravô,
pelo atalho do contrabando
até à linha negra da morte.
Salto então para as trevas ardentes,
onde tudo é estrangeiro,
onde vive desterrado
o Deus antigo dos pais.
(Trad. A.M.)
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