Como espadas en desorden
la luz recorre los campos.
Islas de sombra se desvanecen
e intentan, en vano, sobrevivir más lejos.
Allí, de nuevo, las alcanza el fulgor
del mediodía que ordena sus huestes
y establece sus dominios.
El hombre nada sabe de estos callados combates.
Su vocación de penumbra, su costumbre de olvido,
sus hábitos, en fin, y sus lacerias,
le niegan el goce de esa fiesta imprevista
que sucede por caprichoso designio
de quienes, en lo alto, lanzan los mudos dados
cuya cifra jamás conoceremos.
Los sabios, entretanto, predican la conformidad.
Sólo los dioses saben que esta virtud incierta
es otro vano intento de abolir el azar.
Álvaro Mutis
[
Poemas y poetas]
Como espadas em desordem
é a luz que percorre os campos.
Ilhas de sombra que se esfumam
e tentam, em vão, sobreviver mais além.
Aí de novo as alcança o fulgor
do meio-dia, que ordena as hostes
e estabelece seus domínios.
O homem nada sabe destes calados combates.
Sua vocação de sombra, seu costume de olvido,
seus hábitos, enfim, suas misérias,
negam-lhe o gozo dessa festa imprevista
devida ao caprichoso desígnio
dos que, lá em cima, lançam os mudos dados
cuja soma jamais conhecemos.
Os sábios, entretanto, predicam a conformidade.
Só os deuses sabem que esta virtude incerta
é outro vão intento de abolir o acaso.
(Trad. A.M.)
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