7.12.10
Gabriel Celaya (Dedicatória final)
DEDICATORIA FINAL
Pero tú existes ahí. A mi lado. ¡Tan cerca!
Muerdes una manzana. Y la manzana existe.
Te enfadas. Te ríes. Estás existiendo.
Y abres tanto los ojos que matas en mí el miedo,
y me das la manzana mordida que muerdo.
¡Tan real es lo que vivo, tan falso lo que pienso
que -¡basta!- te beso!
¡Y al diablo los versos,
y Don Uno, San Equis, y el Ene más Cero!
Estoy vivo todavía gracias a tu amor, mi amor,
y aunque sea un disparate todo existe porque existes,
y si irradias, no hay vacío, ni hay razón para el suicidio,
ni lógica consecuencia. Porque vivo en ti, me vivo,
y otra vez, gracias a ti, vuelvo a sentirme niño.
Gabriel Celaya
Mas tu existes aí. A meu lado. Tão perto!
Mordes uma maçã. E a maçã existe.
Enfadas-te. Ris-te. Estás existindo.
E abres tanto os olhos que matas em mim o medo
e dás-me a maçã mordida que eu mordisco.
Tão real é o que vivo, tão falso o que penso.
que – basta! – te beijo!
E ao diabo os versos
e D. Fulano e S. Cicrano e o ene mais zero!
Estou vivo ainda, meu amor, graças a teu amor
e embora seja disparate tudo existe porque existes,
e se irradias não há vazio, nem razão para o suicídio,
nem lógica consequência. Porque eu vivo em ti, vivo-me,
e de novo, graças a ti, volto a sentir-me criança.
(Trad. A.M.)
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