SIN EMBARGO
Sin embargo,
sin embargo,
sin embargo… No me
fío de mí. Nada es
permanente. Menos
lo es la palabra. Esto
tampoco,
esto tampoco,
esto tampoco. No me fío,
no te fíes de quien
dice, de quien
habla, de lo que se
dice, de lo que dices,
de lo que digo,
no me fíes,
no te fío.
sin embargo,
sin embargo… No me
fío de mí. Nada es
permanente. Menos
lo es la palabra. Esto
tampoco,
esto tampoco,
esto tampoco. No me fío,
no te fíes de quien
dice, de quien
habla, de lo que se
dice, de lo que dices,
de lo que digo,
no me fíes,
no te fío.
La lucidez es una chispa, un
estado de conciencia
en las multiplicadas estancias
de la conciencia o que hacen
conciencia, las estancias
que se alargan, se prolongan, se
continúan, y así
se le llama conciencia
a aquella continuidad.
No me fío, no te
fíes de las estancias,
se estrechan,
se acortan,
se invaden,
desaparecen,
la lucidez es un instante
entre estancias,
ventanas en la mónada que
si permanece bajo
la luz del foco se hace estancia,
también ella, y sufre
las mismas convulsiones.
en las multiplicadas estancias
de la conciencia o que hacen
conciencia, las estancias
que se alargan, se prolongan, se
continúan, y así
se le llama conciencia
a aquella continuidad.
No me fío, no te
fíes de las estancias,
se estrechan,
se acortan,
se invaden,
desaparecen,
la lucidez es un instante
entre estancias,
ventanas en la mónada que
si permanece bajo
la luz del foco se hace estancia,
también ella, y sufre
las mismas convulsiones.
Sin embargo,
sin embargo,
sin embargo… lo
que intuyo ahora
se borrará mañana,
luego,
ahora,
apenas se haga pensamiento,
conciencia: estancia. Atrapamos
la sensación que invade las entrañas,
muy abajo,
muy adentro,
muy homogénea, la atrapamos
y la hacemos eso: “sensación”,
la nombramos,
la describimos… la perdemos. Ya
no es ella, ya no es eso, ya no es.
Aún está allí pero
no es lo que digo,
lo es apenas,
no es lo que oís,
no es eso, no
os fiéis,
no me fíes,
no te fío.
sin embargo… lo
que intuyo ahora
se borrará mañana,
luego,
ahora,
apenas se haga pensamiento,
conciencia: estancia. Atrapamos
la sensación que invade las entrañas,
muy abajo,
muy adentro,
muy homogénea, la atrapamos
y la hacemos eso: “sensación”,
la nombramos,
la describimos… la perdemos. Ya
no es ella, ya no es eso, ya no es.
Aún está allí pero
no es lo que digo,
lo es apenas,
no es lo que oís,
no es eso, no
os fiéis,
no me fíes,
no te fío.
De nuevo cae la tarde,
mengua la luz.
Los colores del otoño vienen del oeste,
decía aquel poeta chino.
El mundo está en mí.
No me apartaré.
Acojo todos los colores, el
estío dentro de mi otoño,
porque sé que no
hay fin, que no habrá término.
Todo comienza y termina en mí.
Yo soy el infinito proyecto de mí misma
por encima de mí
me sobrevuelo.
mengua la luz.
Los colores del otoño vienen del oeste,
decía aquel poeta chino.
El mundo está en mí.
No me apartaré.
Acojo todos los colores, el
estío dentro de mi otoño,
porque sé que no
hay fin, que no habrá término.
Todo comienza y termina en mí.
Yo soy el infinito proyecto de mí misma
por encima de mí
me sobrevuelo.
Chantal Maillard
E todavia,
e
todavia,
e todavia...
Não me
fio de mim,
nada é
permanente,
muito menos
a palavra,
isto
tão pouco,
isto tão
pouco. Não me fio,
não te fies
de quem
diz, de quem
fala, do que
se
diz, do que
dizes,
do que
digo,
não te me
fies,
não me te
fio.
A lucidez é uma
chispa, um
estado de
consciência
nas variadas
estâncias
da
consciência ou que fazem
a
consciência, estâncias
que se
alongam, e prolongam, e
continuam,
daí se chamar
consciência essa
continuidade.
Não me fio,
não te
fies das
estâncias,
que se
estreitam,
se encurtam,
se invadem,
desaparecem,
a lucidez é
um instante
entre
instâncias,
janelas na
mónada que
permanecendo
sob a luz do foco
se faz
estância,
também ela,
sofrendo
as mesmas
convulsões.
E todavia,
e todavia,
e todavia...
O que
eu intuo
agora
vai
apagar-se amanhã,
depois,
agora mesmo,
mal se faça
pensamento,
consciência:
estância. Agarramos
a sensação
que nos invade as entranhas,
lá muito
fundo,
muito
dentro,
muito
homogénea, agarramo-la
fazendo-a
nisso, 'sensação',
nomeamo-la,
descrevemo-la
e a seguir
perdemo-la. Já
não é ela,
já não é aquilo, já não é.
Ainda está
lá, mas
mas não é o
que eu digo,
quase não é,
não é o que
vós ouvis,
não é isso,
não
vos fieis,
não me te
fies,
não te me
fio.
De novo cai
a tarde,
minga a luz.
As cores do
Outono é do poente que vêm,
dizia aquele
poeta chinês.
O mundo está
em mim,
não me
aparto,
acolho as
cores todas, o
estio por
dentro do meu outono,
porque sei
que não
há fim, não
haverá termo.
Tudo começa
e termina em mim,
eu sou o
infinito projecto de mim mesma,
por cima de
mim própria
me sobrevoo.
(Trad. A.M.)