DEL LADO DE LA LUZ
Miro la tumba de mi madre y creo
que no debe de estar debajo de
la tierra.
Siempre le horrorizaron los
espacios oscuros.
Tan pequeña de cuerpo, se ha
debido
escapar por los huecos
que entre el cemento dejan los
ladrillos
o por alguna de las
rendijas de la caja, ventanas a
la aurora.
O, quizás, por lo inquieta que
siempre fue, ha tomado
el secreto camino que ofrecen
las raíces
del rosal, del ciprés o el
crisantemo,
y andando y desandando
por sendas donde nace la vida de
las flores
ha llegado hasta el tronco
y, luego, hasta las ramas
y, después, a la flor, y se ha
escapado
en las alas fecundas de alguna
mariposa.
O, tal vez, nunca ha estado
allí, sino que el día,
ese día en que todos dijimos que
había muerto,
no fue verdad. Tan sólo se había
ido
de su cansado cuerpo para vernos
desde la luz más claramente.
Joaquín Benito de Lucas
Olho a
sepultura de minha mãe e penso
que ela não
deve estar lá debaixo,
o escuro
sempre a horrorizou.
Tão pisca,
decerto se escapou
pelos buracos
dos ladrilhos no chão
ou por uma
fresta do caixão,
qual janela para a aurora.
Ou talvez,
rabina como sempre foi, meteu
pelo caminho
secreto oferecido pelas raízes
das
roseiras, do cipreste ou do crisântemo,
e andando e
desandando
por sendas
onde nasce a vida das flores,
chegou até
ao tronco,
depois aos
ramos,
e depois à
flor, fugindo
nas asas
fecundas de uma borboleta.
Ou
porventura nunca ali esteve,
por o dia,
aquele dia
que nós dissemos da sua morte,
não ter na
verdade acontecido. E porque afinal
ela soltou-se apenas do seu exausto corpo, para nos ver
lá do lado
da luz mais claramente.
(Trad. A.M.)
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