DERROTA
Yo que
no he tenido nunca un oficio
que ante
todo competidor me he sentido débil
que
perdí los mejores títulos para la vida
que
apenas llego a un sitio ya quiero irme
(creyendo
que mudarme es una solución)
que he
sido negado anticipadamente
y
escarnecido por los más aptos
que me
arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy
objeto de risa para mí mismo
que creí
que mi padre era eterno
que he
sido humillado por profesores de literatura
que un
día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no
podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he
sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que
tengo vergüenza por acto
que poco
me ha faltado para echar a correr por la calle
que he
perdido un centro que nunca tuve
que me
he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no
encontraré nunca quién me soporte
que fui
preterido en aras de personas mucho más miserables que yo
que
seguiré toda la vida así y que el año entrante
seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición
que
estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados
que yo («Ud. Es muy quedado, avíspese, despierte»)
que
nunca podré viajar a la India
que he
recibido favores sin dar nada en cambio
que ando
por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me
dejo llevar por los otros
que no
tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo
el día tapo mi rebelión
que no
he ido a las guerrillas
que no
he hecho nada por mi pueblo
que no
soy de las FALN y me desespero por todas estas cosas
y por otras cuya enumeración sería interminable
que no
puedo salir de mi prisión
que he
sido dado de baja en todas partes por inútil
que en
realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me
niego a reconocer los hechos
que
siempre babeo sobre mi historia
que soy
imbécil y más que imbécil de nacimiento
que
perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no
lloro cuando siento deseos de hacerlo
que
llego tarde a todo
que he
sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que
ansío la inmovilidad perfecta y la brisa impecable
que no
soy lo que soy ni lo que no soy
que a
pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas
haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he
vivido quince años en el mismo círculo
que me
creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que
nunca usaré corbata
que no
encuentro mi cuerpo
que he
percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme,
barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación, mi extravío
una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano
me
levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir
burlándome de los otros y de mí hasta el día del juicio final.
Rafael Cadenas
Eu, que
nunca tive profissão
que me
senti débil face à concorrência
que
perdi os melhores títulos para a vida
que mal
chego a um lado quero logo ir-me embora
(julgando
que a solução é mudar-me)
que fui recusado
antecipadamente
e
escarnecido pelos mais aptos
que me
encosto às paredes para de todo não cair
que sou
para mim mesmo objecto de riso
que
pensei que meu pai era eterno
que fui
humilhado por professores de literatura
que
perguntei um dia em que podia ajudar
e a
resposta foi uma grande risada
que não
hei-de nunca fazer um lar,
nem ser
brilhante ou triunfar na vida
que fui
abandonado por muitos
por ter
vergonha e quase não falar
que
pouco me faltou para deitar a correr pela rua
que me
tornei o faz-me rir de muita gente
que não
acharei jamais quem me suporte
que fui
preterido por outros muito mais miseráveis que eu
que
seguirei assim toda a vida e no ano que vem
serei
mil vezes burlado na minha tola ambição
que
estou farto de receber conselhos
de
outros mais atrasados que eu
(‘Ai,
você é tão parado, mexa-se, acorde’)
que
nunca hei-de viajar para a Índia
que
recebi favores sem dar nada em troca
que ando
pela cidade como uma pena de um lado para outro
que me
deixo levar pelos outros
que não
tenho personalidade nem quero tê-la
que todo
o dia escondo minha revolta
que não
fui para a guerrilha
que não
fiz nada pelo povo
que não
sou das FALN e desespero por tudo isto
e ainda
por muito mais
que não
consigo sair da prisão
que fui abatido
por inútil em todo o lado
que
nunca pude casar nem ir a Paris nem ter um dia bom
que me
nego a admitir os factos
que
sempre me babo na minha história
que sou
imbecil e mais que imbecil de nascença
que
perdi o fio do discurso que se fazia em mim
e não
consegui encontrá-lo
que não
consigo chorar mesmo desejando fazê-lo
que
chego tarde a tudo
que me
arruinei com tantas marchas e contra-marchas
que
anelo a imobilidade perfeita e a brisa impecável
que não
sou o que sou nem o que não sou
que
tenho apesar de tudo um orgulho diabólico
embora
humilde a certas horas tal as pedras
que vivi
no mesmo círculo por quinze anos
que me
julguei predestinado a algo incomum e nada consegui
que
nunca hei-de usar gravata
que não
encontro meu corpo
que
percebi a minha falsidade e não pude derrubar-me
nem
varrer tudo e criar uma frescura nova
hei-de
levantar-me do chão mais ridículo ainda
para
continuar
até ao
dia do juízo final.
(Trad.
A.M.)