3.6.18

Alfonso Brezmes (O dia seguinte)






EL DÍA DESPUÉS



Hay un día tras el que todo cambia,
un instante en el que el mundo gira
como un compás sobre su propio eje,
y sin darnos cuenta dejamos de sangrar.
Todo adquiere otra tonalidad entonces:
el corazón ya no pregunta, pues cada
latido quiere ser ahora una respuesta;
los árboles dejan de ser árboles,
el mar no es ese espejo que se traga
los barcos de los hombres uno a uno,
y nuestra mirada ya no es el guante
abandonado que en el suelo aguarda
a que alguien se pare y lo recoja.
Hay un detrás de ese segundo milagroso,
igual que el después de una gran bomba,
y hay olas que avanzan en los bosques
hasta cubrirlo todo de pez y de salitre,
y álzanse en el mar árboles gigantes
que van devolviendo los barcos a los hombres,
y nuestra mirada encuentra al fin otra mirada,
y es como un guante suave que nos cubre,
y el corazón puede por un tiempo descansar.

Alfonso Brezmes




Há um dia em que a seguir tudo muda,
um instante em que o mundo gira
como um compasso no seu próprio eixo,
e sem darmos conta deixamos de sangrar.
Tudo ganha aí outra tonalidade,
o coração não pergunta já, pois cada
latejo pretende ser agora uma resposta;
as árvores deixam de ser árvores,
o mar não é já aquele espelho que engole
os barcos dos homens um a um,
nem o nosso olhar a luva
abandonada no chão à espera
que alguém passe e a apanhe.
Há um antes desse segundo milagroso,
tal como o depois de uma grande bomba,
e há ondas avançando nos bosques
até cobrir tudo de peixe e salitre,
e erguem-se no mar árvores gigantes
que vão devolvendo aos homens seus barcos,
e nosso olhar encontra enfim outro olhar,
e é como uma luva macia que nos cobre,
e o coração pode por um tempo descansar.

(Trad. A.M.)


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