TÚ ME VES YO TE VEO
Como espesas cebollas, así vamos,
revestidos de capas,
ocultando (sin querer o queriendo)
nuestro fondo.
Distinta es la sonrisa que sacamos
cada vez del bolsillo. Y cambiante
la biografía, de la que seleccionas
piezas distintas para usos distintos,
cuidándote muy bien, al agitar la taza,
de no ir a revolver el sedimento.
Pero hay momentos
en que quedamos
expuestos, desprovistos
de nuestras envolturas.
Tú me ves, yo te veo. El otro lee
en tus entrañas un sentido oscuro.
Y tú adivinas
en su gesto lo sucio. Y él lo sabe.
Un pacto se ha sellado, partido por la herida.
Cada uno es juez y reo. A un mismo tiempo
víctimas y verdugos implacables.
Piedad Bonnett
Como espessas cebolas, assim vamos nós,
cobertos de camadas,
ocultando (por querer ou sem querer)
o nosso fundo.
Diferente o sorriso que de cada vez
tiramos do bolso. E mutante
a biografia, de que escolhemos
peças distintas para usos distintos,
cuidando bem, ao mexer a chávena,
não levantar o depósito.
Mas há momentos
em que ficamos
expostos, desprovidos de capas.
Tu vês-me, eu te vejo. O outro lê-te
um sentido obscuro nas entranhas.
E tu adivinhas-lhe
no gesto o sujo. E ele sabe-o.
Um pacto foi selado, partido pela ferida.
Cada um é juiz e réu. A um tempo
vítimas e verdugos implacáveis.
(Trad. A.M.)
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