22.1.13
José Luis García Martín (Reminiscências)
REMINISCENCIAS
Amor que no devasta no es
amor. Lees a Omar Jayyam en esta
plaza de bronce y de palomas
aún con olor a oriente y desventura.
(Una vez amé, creí que me amarían,
y no fue así; eso es todo. )
Acepta su patética
invitación a la vida, aférrate
al instante que huye, sacude
tanta apagada y vil tristeza,
la ceniza que mancha tus ropas
todavía inocentes, deja
que el amor y el azar levanten fortalezas
de viento y las deshaga el viento
una y otra vez...
Pero tú
no me oyes. Mientras
un duro terrón de tedio
se deshace en la taza de café
(Hoy no hay nadie a quien no envidie
sólo por no ser yo), en un rincón paciente
de A Brasileira esperas
que la vida se siente en la silla vacía.
JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍN
Tinta y papel
(1985)
Amor que não devasta amor
não é. Lês Omar Jayyam nessa
placa de bronze e de pombas
cheirando ainda a oriente e desventura.
(Em tempos amei, julguei que me amariam,
e assim não foi; é tudo).
Aceita seu patético
envite para a vida, agarra-te
ao instante que foge, sacode
tanta apagada e vil tristeza,
a cinza que te mancha as roupas
ainda inocentes,
deixa que o amor e o acaso levantem castelos
de vento e o vento os desfaça
uma e outra vez...
Mas tu
não me ouves. Enquanto
um torrão duro de tédio
se desfaz na taça de café
(Não há ninguém hoje que eu não inveje
só por não ser eu), num canto
paciente
de A Brasileira esperas
que a vida se sente na cadeira vaga.
(Trad. A.M.)
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