22.5.23

Carlos Sahagún (Noite cerrada)




NOCHE CERRADA

 

Fue en la infancia, a la vera de los caminos, en el humo perdido
de los barcos que se alejaron.
Con ellos se marchaba mi corazón, con rumbo cierto
de eternidad. Y más allá, donde nuestra mirada no llegaba,
por pequeña o por triste, algo nos sostenía.
Dios, el abuelo de los niños, repartiendo
las gaviotas por el azul sin límites, estaba con nosotros
de sol a sol, como los viejos labradores,
y dejaba su mano cansada en nuestros hombros.
Por qué pensar en cosas tristes. Mis padres
volvían del trabajo con ira, se vivía mal en casa,
eran tiempos difíciles y oscuros.
Y, sin embargo, vi palomas, estoy cierto, tuve apego a las
atareadas de mi madre,
directamente conocí la vida
como algo, más o menos alegre, que no tenía final.
Yo siempre tuve un alma navegante
y una gran esperanza.
Desde el punto de vista de aquel niño
todo era claro y mañanero, quiero decir, todo era
mentira, puro engaño. Tú no estabas allí,
ni aquí, a la vera de los caminos, ni en el humo perdido
de los barcos. Un muchacho lloraba
frente al acantilado, bajo la dura enseña
de la noche sin Dios.

Carlos Sahagún

 

 

Foi na infância, à beira dos caminhos, no fumo perdido
dos barcos a afastar-se.
Com eles ia meu coração, com rumo certo
de eternidade. E mais além, onde o olhar não chegava,
por pequeno ou por triste, algo nos sustinha.
Deus, o avô das crianças, repartindo as gaivotas
no azul sem limites, estava connosco
de sol a sol, como os velhos agricultores,
e punha-nos no ombro sua mão cansada.
Para quê pensar em coisas tristes? Meus pais
voltavam do trabalho maldispostos, vivia-se mal em casa,
eram tempos negros e difíceis.
E todavia vi pombas, estou certo,
seguia a lida de minha mãe,
conheci a vida como algo,
mais ou menos alegre, que não tinha fim.
Eu tive sempre uma alma errante
e uma grande esperança.
Do ponto de vista desse menino
tudo era claro e matinal, ou seja, tudo era
mentira, engano puro. Tu não estavas lá,
nem aqui, à beira dos caminhos, nem no fumo perdido
dos barcos. Um moço chorava,
diante da falésia, sob o estandarte
da noite sem Deus.


(Trad. A.M.)

.