MADRE E HIJA
Todo el pasado de ella son tus manos:
treinta amorosos años al fondo de tus palmas.
La has velado a lo largo de la noche:
te tiendes en la cama junto a ella,
tu pecho cálido contra su espalda,
sus cansados cabellos en tu rostro.
La abrazas y le hablas en voz baja
y, mientras, la acaricias.
Son las últimas noches, y sientes el calor
de su cuerpo agotado que tú tan bien conoces.
Ahora aprenderás a cuidarla en la muerte.
Siempre ha sido una niña: debes velar su sueño,
que se va pareciendo, más y más,
a la profunda sombra de alegría
por donde se desliza entre tus manos.
Joan Margarit
[
Escrito en el viento]
Todo o passado dela são tuas mãos,
trinta amorosos anos nas palmas das mãos.
Velaste-a ao longo da noite toda,
estendes-te na cama a seu lado,
o teu peito contra as costas dela
os cabelos dela na tua cara.
Abraça-la, falando-lhe baixinho,
e vai-la acariciando.
São as últimas noites, e sentes o calor
do seu corpo exausto que tão bem conheces.
Agora aprendes a cuidar dela na morte.
Foi sempre uma criança, tens de velar-lhe
o sono, que se vai parecendo, mais e mais,
à profunda sombra de alegria
por onde se te desliza entre as mãos.
(Trad. A.M.)
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