3.4.23

Antonio Deltoro (Fábula)



FÁBULA

 

Nos dio el gato y el tigre
para que supiéramos
la distancia
entre lo que se puede tocar
y lo intocable. 

Quizás los conejos,
para que no confundiéramos
gato con liebre.

Al leopardo le debemos
la belleza de la caza
solitária
y los lobos fueron el don
para que aprendiéramos
a cazar en jauría.

La red de la araña,
dicen los chinos, 
nos la dio
para que aprendiéramos
a viajar por hilos de seda
y hacer sopa de nidos de golondrina. 

Sin los animales
seguiríamos en la planicie de la especie.

¿Por qué nos hizo nacer?
¿Por qué nos devora? 

Hay que darle las gracias,
sin preguntarse demasiado,
y bendecir a las presas
que pasan, 
como pasaremos nosotros,
por su vientre. 


Antonio Deltoro
  

 

Deu-nos o gato e o tigre
para que soubéssemos
a distância
entre o que se pode tocar
e o intocável.

Os coelhos, talvez,
para que não confundíssemos
gato com lebre.

Ao leopardo devemos
a beleza da caça
solitária
e os lobos foram a oferta
para que aprendêssemos
a caçar em matilha.

A teia da aranha,
diz o chinês,
foi-nos dada
para que aprendêssemos
a viajar por fios de seda
e fazer sopa de ninhos de andorinha.

Sem os animais
estaríamos ainda no plaino da espécie.

Porque nos fez nascer?
Porque nos devora?

Temos de lhe dar graças,
sem fazer muitas perguntas,
e bendizer as presas
que lhe passam,
como nós passaremos,
pelo ventre.


(Trad. A.M.)

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