Señor,
permíteme bajar
a los pozos
de mi pensamiento,
manantiales de sangre,
depósitos intactos
de locura,
con la frente alta,
sin miedo
a los derrumbes.
María Teresa Andruetto
Senhor,
permite-me descer
aos poços
de meu pensamento,
mananciais de sangue,
depósitos intactos
de loucura,
com a cabeça erguida,
sem medo
das derrocadas.
(Trad. A.M.)