No vale hacer de la ocasión
una carnicería, invocar fulgores
que se han apagado:
lo mejor es tomar la lanza
empuñarla suavemente
y abandonarse en el campo de batalla.
Ver correr la sangre ajena siempre nos atrapa.
Ver correr la propia es descubrir
quién uno es.
Mercedes Araujo
Não adianta fazer da ocasião
uma carnificina, invocar fulgores
já apagados:
o melhor é tomar a lança
empunhá-la suavemente
e adentrar-se no campo de batalha.
Ver correr o sangue alheio apanha-nos sempre.
Ver correr o nosso é descobrir
quem somos.
(Trad. A.M.)
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Cartas desde el jardin (blogue) /
Octavo Boulevard (9p)
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