8.11.14
Susana March (Minha mãe e eu)
MI MADRE Y YO
Siempre soy un poco niña
cuando voy a ver a mi madre.
Ella me riñe como si lo fuera,
me arregla la lazada del vestido,
critica la forma de pintarme los labios,
me esponja el cabello,
me repite por centésima vez
el modo de hacer una buena sopa de pescado.
Y yo asiento a todo, dichosa, tranquila,
enamorada de mi madre,
de sus cabellos grises,
de su cuerpo deformado por los años y la maternidad,
de sus manos marchitas y hacendosas,
de sus pies diminutos que todavía
no han aprendido a estarse quietos.
Después me estrecho un instante
contra su seno y ella
me va borrando años, melancolías, ansias,
con la dulce caricia de su mano. Y yo pienso:
-"Algún día
dejaré de oír esta voz,
dejaré de sentir sobre la frente
el temblor de estos dedos..."
Y es como si el mundo
se quedara vacío de pronto.
¿Hay una orfandad más triste
que la orfandad del adulto?
¡Huérfanos de cabeza gris!
Yo no sería nunca vieja si viviera siempre mi madre.
¡Lo sé!
Pero quedarme sola,
afrontar sin ella la muerte y la enfermedad,
tener un gran dolor y no contárselo...
¡Ah, todo es mentira junto a esto!
Mi madre a la espalda,
mi hijo delante de mí.
¡Lo demás no importa!
Susana March
[Voo de milana]
Eu sou sempre criança
quando vou à minha mãe.
Ela ralha-me como se fosse,
ajeita-me o laço do vestido,
critica-me o pintar dos lábios,
alisa-me o cabelo,
diz-me pela centésima vez
como se faz uma bela sopa de peixe.
E eu digo que sim a tudo, feliz, tranquila,
apaixonada por ela,
pelos seus cabelos brancos,
o corpo deformado pelos anos e pela maternidade,
as mãos murchas e cuidadosas,
os pés pequeninos que não aprenderam
ainda a estar quietos.
Depois abraço-a um instante
e ela vai-me tirando anos, ânsias, melancolias,
só com o afago da mão. E eu penso:
- “Um dia
deixarei de ouvir esta voz,
deixarei de sentir na fronte
a tremura destes dedos”...
E é como se o mundo de repente
ficasse vazio.
Haverá uma orfandade mais triste do que
a orfandade de um adulto?
Órfãos de cabelos brancos!
Eu nunca seria velha se a minha mãe vivesse sempre.
Bem sei!
Mas ficar sozinha,
enfrentar sem ela a morte e a doença,
ter uma dor grande e não lha contar...
Ah, ao pé disto tudo o mais é mentira!
Minha mãe atrás,
meu filho diante de mim,
o resto não importa nada!
(Trad. A.M.)
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