ENVEJECER
Envejecer también es cruzar un mar de humillaciones cada día;
es mirar a la víctima de lejos, con una perspectiva
que en lugar de disminuir los detalles los agranda.
Envejecer es no poder olvidar lo que se olvida.
Envejecer transforma a una víctima en victimario.
Siempre pensé que las edades son todas crueles,
y que se compensan o tendrían que compensarse
las unas con las otras. ¿De qué me sirvió pensar de este modo?
Espero una revelación. ¿Por qué será que un árbol
embellece envejeciendo? Y un hombre espera redimirse
sólo con los despojos de la juventud.
Nunca pensé que envejecer fuera el más arduo de los ejercicios,
una suerte de acrobacia que es un peligro para el corazón.
Todo disfraz repugna al que lo lleva. La vejez
es un disfraz con aditamentos inútiles.
Si los viejos parecen disfrazados, los niños también.
Esas edades carecen de naturalidad. Nadie acepta
ser viejo porque nadie sabe serlo,
como un árbol o como una piedra preciosa.
Soñaba con ser vieja para tener tiempo para muchas cosas.
No quería ser joven, porque perdía el tiempo en amar solamente.
Ahora pierdo más tiempo que nunca en amar,
porque todo lo que hago lo hago doblemente.
El tiempo transcurrido nos arrincona; nos parece
que lo que quedó atrás tiene más realidad
para reducir el presente a un interesante precipicio.
Silvina Ocampo
Envelhecer é também atravessar em cada dia um mar de humilhações;
é olhar de longe a vítima, com uma perspectiva
que em vez de diminuir os detalhes aumenta-os.
Envelhecer é não poder olvidar aquilo que se olvida.
Envelhecer transforma a vítima em vitimário.
Sempre pensei que as idades são todas cruéis,
e que se compensam ou deviam compensar
umas com outras. De que me serviu pensar assim?
Espero uma revelação. Porque será que a árvore
ganha beleza envelhecendo? E o homem espera redimir-se
só com os despojos da juventude.
Nunca julguei que envelhecer fosse o mais árduo exercício,
uma espécie de acrobacia que é um perigo para o coração.
Toda a máscara repugna a quem a usa. A velhice
é uma máscara com acessórios inúteis.
Se os velhos parecem mascarados, as crianças também.
Tais idades falta-lhes naturalidade. Ninguém aceita
ser velho porque não sabe sê-lo,
como o sabe uma árvore ou uma pedra preciosa.
Eu sonhava ser velha para ter tempo para muita coisa.
Ser jovem não queria, porque perdia o tempo a amar apenas.
Agora perco a amar mais tempo que nunca,
porque tudo o que faço faço em dobro.
O tempo volvido põe-nos de lado; parece-nos
que o que ficou para trás tem mais realidade
para reduzir o presente a um precipício interessante.
(Trad. A.M.)
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