CAFÉ
ATLÁNTICO
Un viejo café colonial frente al puerto
de una ciudad a la que vuelves, mas no regresas
-no hay ningún recuerdo que haya permanecido
salvo la lluvia de una tarde por lo demás ya lejana.
Hay al lado un British Bar pero esto no es Lisboa
y las agujas de todos los relojes corren en la
dirección cierta.
Hace un año escribiste aquí, bajo el volcán, versos
que hubieran podido ser los últimos.
Haces recuento: nada ha ocurrido desde entonces
que justifique el arrepentimiento. Hoy la has conocido
-y has abierto su bolso, buscando algo,
y has entrado descalzo en su cuarto,
habéis hecho el amor de esa forma mecánica aunque
hermosa
que aún sirve de alivio del cuerpo, pero no ya del
alma.
Dejas aquí su nombre, Laura, para cuando se haya
borrado.
Ha vuelto el ejercicio del amor, pero no su fuego.
Al menos esta vez quedará algo en la memoria:
la curva minuciosa de sus pechos,
los sonidos del orgasmo
-los mismos que repetiremos, a solas, en la agonía.
Martín López-Vega
Um velho café colonial frente ao porto
de uma cidade a que voltas, mas não regressas
- nenhuma lembrança ficou,
salvo a chuva de uma tarde aliás distante.
Ao lado há um British Bar, mas isto não é Lisboa,
girando no sentido certo as agulhas dos relógios.
Debaixo do vulcão, escreveste aqui há um ano
versos que podiam ser os últimos.
Recapitulas, nada aconteceu desde então
que justifique arrependimento. Conheceste-la hoje
- e abriste-lhe a bolsa, buscando algo,
e descalço entraste-lhe no quarto,
fazendo amor nesse modo mecânico
que alivia o corpo, mas não a alma.
Pões-lhe aqui o nome, Laura, para não se apagar.
E o amor voltou, não o fogo, mas o exercício.
Algo ficará na memória, desta vez,
a curva minuciosa dos seios,
assim como os sons do orgasmo
- os mesmos que repetiremos, a sós, na agonia.
(Trad. A.M.)