ELEGÍA
Cuando regreso ahora
a mi ciudad, no puedo contener
la emoción de saber que no me esperan.
No me espera mi padre, que se marchó río abajo
muy despacio entre juncos, bajo puentes de niebla.
a mi ciudad, no puedo contener
la emoción de saber que no me esperan.
No me espera mi padre, que se marchó río abajo
muy despacio entre juncos, bajo puentes de niebla.
No me espera mi hermano,
que me esperaba siempre al pie de un mostrador
cualquiera, en cualquier calle
brindando por mi último
libro o por su desgracia
o por otro motivo interesante.
Ni tampoco me espera
el otro hermano que recién se ha ido,
dejándome la sombra
de sus zapatos y sus trajes,
que cepillo y que plancho
y me pruebo y me pruebo
sin saber qué me sobra o qué me falta.
que me esperaba siempre al pie de un mostrador
cualquiera, en cualquier calle
brindando por mi último
libro o por su desgracia
o por otro motivo interesante.
Ni tampoco me espera
el otro hermano que recién se ha ido,
dejándome la sombra
de sus zapatos y sus trajes,
que cepillo y que plancho
y me pruebo y me pruebo
sin saber qué me sobra o qué me falta.
Joaquín Benito de Lucas
Agora quando
regresso
à minha
terra, não posso conter
a emoção de
saber que não me esperam.
Não me
espera meu pai, que se foi pelo rio abaixo
de seu vagar
entre os juncos, sob pontes de névoa.
Não me
espera meu irmão,
que me
esperava sempre ao pé de uma montra
qualquer, a
brindar em qualquer rua
pelo meu
último livro, pela sua desgraça
ou por outro
motivo palpitante.
Nem me
espera tão pouco
o outro irmão
falecido há pouco,
deixando-me
a sombra
de seu
calçado e dos fatos,
que escovo e
passo a ferro,
e provo e
torno a provar,
sem saber aquilo
que me sobra ou que me falta.
(Trad. A.M)
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