13.4.09

Eloy Sánchez Rosillo (A luz)




[Agrafo]



LA LUZ



No se puede prever. Sucede siempre
cuando menos lo esperas. Puede pasar que vayas
por la calle, deprisa, porque se te hace tarde
para echar una carta en correos, o que
te encuentres en tu casa por la noche, leyendo
un libro que no acaba de convencerte; puede
acontecer también que sea verano
y que te hayas sentado en la terraza
de una cafetería, o que sea invierno y llueva
y te duelan los huesos; que estés triste o cansado,
que tengas treinta años o que tengas sesenta.
Resulta imprevisible. Nunca sabes
cuándo ni cómo ocurrirá.

 
Transcurre
tu vida igual que ayer, común y cotidiana.
"Un día más", te dices. Y de pronto,
se desata una luz poderosísima
en tu interior, y dejas de ser el hombre que eras
hace sólo un momento. El mundo, ahora,
es para ti distinto. Se dilata
mágicamente el tiempo, como en aquellos días
tan largos de la infancia, y respiras al margen
de su oscuro fluir y de su daño.
Praderas del presente, por las que vagas libre
de cuidados y culpas. Una acuidad insólita
te habita el ser: todo está claro, todo
ocupa su lugar, todo coincide, y tú,
sin lucha, lo comprendes.


Tal vez dura
un instante el milagro; después las cosas vuelven
a ser como eran antes de que esa luz te diera
tanta verdad, tanta misericordia.
Mas te sientes conforme, limpio, feliz, salvado,
lleno de gratitud. Y cantas, cantas.


Eloy Sánchez Rosillo




É imprevisível. Sucede sempre
quando menos se espera. Pode ser que vás
rua fora, depressa, porque se te faz tarde
para pôr uma carta no correio, ou que
estejas em casa à noite, lendo
um livro que não te convence; pode
acontecer também que seja verão
e que te hajas sentado na esplanada
de um café, ou que seja Inverno e chova
e te doam os ossos; que estejas triste ou cansado,
que tenhas trinta anos ou tenhas setenta.
Não se pode prever. Nunca se sabe
quando nem como ocorrerá.


Tua vida
transcorre igual a ontem, vulgar e quotidiana.
“Um dia mais”, dizes tu. E, de repente,
desata-se uma luz poderosíssima
no teu peito, e deixas de ser a pessoa que eras
há momentos. O mundo, agora,
para ti é diferente. Dilata-se
magicamente o tempo, como naqueles dias
compridos da infância, e respiras à margem
de seu obscuro fluir e seu dano.
Campinas do presente, por onde vagas livre
de cuidados e culpas. Uma acuidade insólita
habita-te o ser: está claro tudo,
tudo ocupa seu lugar, tudo coincide, e tu,
sem luta, entende-lo.


Dura talvez
um instante o milagre; depois as coisas voltam
a ser como eram antes de essa luz te dar
tanta verdade, tanta misericórdia.
Mas sentes-te bem, limpo, feliz, salvo,
cheio de gratidão. E cantas, cantas.

 
(Trad. A.M.)

 
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