Muchas veces todavía nos duelen
aquellos trenes que pasaron de largo.
Y nos quejamos en silencio de nuestra suerte.
Otras ya en el interior del vagón
maldecimos al reloj
por haber llegado a tiempo a sus raíles.
Los que no sabemos ser felices,
lo único que necesitamos
es un culpable.
Ernesto Pérez
Vallejo
Muitas
veces ainda nos doem
aqueles trens que passaram ao largo.
E queixamo-nos da sorte, em silêncio.
Outras, já dentro do vagão,
maldizemos o relógio
por termos chegado a tempo aos carris.
Nós,
que não sabemos ser felizes,
só precisamos
é de um culpado.
(Trad. A.M.)