27.11.19

Amalia Bautista (A mulher do soldado)






LA MUJER DEL SOLDADO



Le recibí llorando de alegría.
Regresaba tan sucio y tan hambriento
que a cualquiera le habría dado asco.
Sucio de sangre propia y extranjera
el uniforme; hambrienta la mirada
de un cuerpo de mujer que le esperase.
Besé el barro y la sangre de su boca
y lamí las heridas como un perro.
Le amaba. No podía darme asco.
No me importó siquiera que rompiese
con un brusco deleite aquellas medias
de seda que agotaron mis ahorros.
No sería capaz de preguntarle
si tuvo miedo y si pensó en la huida.
Le tenía de nuevo. Había vuelto.
Y todo lo demás no era importante.

Amalia Bautista





Recebi-o a chorar de alegria.
Regressava tão sujo e tão faminto
que dava nojo a qualquer um.
Sujo na farda, de sangue próprio
e alheio; faminto nos olhos
de um corpo de mulher à espera.
Beijei-lhe a lama e o sangue da boca
e lambi-lhe as feridas como um cão.
Amava-o, não podia fazer-me nojo.
Nem sequer me importou que rasgasse
com brusco deleite as meias de seda
que me esturraram as economias.
Não conseguia perguntar-lhe
se teve medo e pensou em fugir.
De novo o tinha. Regressado.
O resto não importava.

(Trad. A.M.)


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