HOSPITAL
Es una noche larga larga larga.
Alguien grita una queja justo al lado.
Quiere marcharse, dice. Se oye fuera
el paso presuroso de enfermeras,
tintineo de frascos y murmullos.
La habitación está en penumbra.
Dormitamos en esa duermevela
de hospital y de enfermos asustados.
Más allá de estos muros la vida está despierta.
Hay gente que se ama o que se ignora.
Habrá bares abiertos. Y en la sierra
resuena la tormenta. Los amigos
están ahora lejanos. Y las horas
son tortugas heladas en el sueño.
Hay un cansancio de gasas y de sábanas.
Y esta angustia del cuerpo malherido.
Esta noche que no amanece nunca,
que envuelve nuestra carne en el silencio.
La vida, Dios, la vida, tan pequeña,
frágil como el cristal. Ahora quisiera
abrazarla muy fuerte. Y escaparme
por viejas autopistas y contigo
huir de este dolor hasta nosotros.
Rodolfo Serrano
É uma noite longa, longa,
alguém grita uma queixa mesmo ao lado,
quer ir-se embora, diz. Ouve-se fora
os passos apressados da enfermeira,
tilintar de frascos e murmúrios.
O quarto está em penumbra,
nós dormitamos nesse dorme-vela
de hospital e de doentes assustados.
Para lá destes muros a vida está acordada,
há gente que se ama ou que se ignora,
há-de haver bares abertos, e na serra
ressoa a tempestade. Os amigos
estão distantes agora, e as horas
são tartarugas enregeladas no sono.
Há um cansaço de gazes e de lençóis,
e esta angústia do corpo malferido.
Esta noite que nunca mais amanhece,
que nos envolve a carne no silêncio.
A vida, meu Deus, a vida, tão pequena,
frágil como o vidro. O que eu queria
agora abraçá-la com muita força.
E escapar por velhas estradas e contigo
fugir desta dor até nós mesmos.
(Trad. A.M.)