22.6.21

José Ángel Cilleruelo (Hölderlin)




HÖLDERLIN

 

Que haya un puente
de piedra. Que la corriente
lo abrace por la cintura,
cariñosa, y después sin decir nada
se vaya y yo
me quede. Y por su arena
transiten carruajes.
Que entren
con fardos voluminosos.
Que salgan
con los sacos en el adral
y el paso muy ligero.

Y me tiemble la mano
con la que escribo cartas.

Que el sendero
se adentre por la umbría,
y la arboleda
lo oculte de inmediato
y parezca tiniebla
en lugar de aquel bosque.
Que la ventana donde lo contemplo
dé a un afuera y no dé a un adentro.

 José Ángel Cilleruelo 

 

Que haja uma ponte
de pedra. Que a corrente
a abrace, carinhosa
pela cinta, e depois se retire
sem dizer nada
e que eu fique. E pelo areal
circulem carruagens.
Que entrem
com fardos volumosos
e saiam com os sacos entre as grades,
em marcha apressada.

E que me trema a mão
com que escrevo as cartas.

Que o caminho
entre pela sombra
e o arvoredo o oculte de imediato
e pareça treva
em vez de tal bosque.
Que a janela de onde o vejo
dê para fora, não para dentro.

(Trad. A.M.)

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