En la puerta de mi vecino
un papelito me dejó helado.
“No me molesten. Estoy llorando.
Y consolarme ya nadie puede."
Ahora yo sueño con mi vecino.
Y mientras sueño, abro la puerta.
Adentro veo mi propia cara,
mi propia cara bañada en lágrimas.
Virgilio Piñera
Na porta do vizinho
um papel deixou-me gelado:
‘Não me incomodem, estou a chorar.
E consolar-me ninguém pode’.
Agora, eu sonho com o vizinho.
E, no sonho, abro a porta,
vejo dentro a minha própria cara,
a minha cara banhada em lágrimas.
(Trad. A.M.)