VOCES DEL EXTREMO
En esta punta umbría de la edad
que ya tenemos todos (casi todos, al menos)
me sorprende de pronto encontrar conchas
que a veces tienen forma simplemente de concha
pero a veces de orejas aplastadas
retejando la arena, poniendo su oído en tierra,
como oyendo pisadas a lo lejos
que se acercaran lentas,
y soy yo, o era quien se acerca
a una playa del sur donde amé y fui amado
por las diosas más altas de la noche,
por las diosas más hartas de que las llamen diosas,
las rebeldes, las rotas, las de puño invencible
y hacha en verso, las de armadura dulce,
las de extremo sentir, y extremo ahogarse
en los labios salados de aquel beso
en esta playa al sur, treinta años después,
donde siguen las huellas de gaviota
jugando al tres en raya con sus flechas
señalando quizá nuestro futuro incierto
en esta punta umbría de la edad
que ya tenemos todos.
Punta cruel. Punta extraña. Punta viva.
Fernando Beltrán
Nesta ponta sombria da idade
que temos já todos nós (ao menos, quase todos)
admira-me de repente achar conchas
que têm às vezes forma simples de concha
mas outras vezes parecem orelhas esmagadas
recobrindo a areia, pondo o ouvido no chão,
como que a ouvir passos ao longe,
aproximando-se lentamente,
e sou eu, ou era, quem se aproxima
de uma praia do sul, onde amei e fui amado
pelas deusas mais altas da noite,
pelas deusas mais cheias de que as chamem deusas,
as rebeldes, exaustas, de punho invencível
e machado em verso, as de terna armadura,
as de sentimento, afogando-se
nos lábios salgados daquele beijo
nesta praia a sul, trinta anos depois,
onde persistem as marcas de gaivotas
brincando ao três em linha,
assinalando talvez o nosso futuro incerto
nesta ponta sombria da idade
que temos já todos nós.
Ponta cruel.
Ponta estranha.
Ponta viva.
(Trad. A.M.)