18.7.19

Mario Míguez (O milagre do velho Manuel)





EL MILAGRO DEL VIEJO MANUEL



Ya están definitivamente quietas:
hoy se fueron enfriando entre las mías
y no hubo nadie más para estrecharlas.
Qué milagro tan tierno en sus caricias.
Porque aquellas dos manos delicadas,
las temblorosas manos del anciano
que era huérfano y pobre desde niño,
y se crió con hambre y abandono
y vivió el desamparo de las lágrimas,
esas manos cansadas ya y enfermas,
transmitían lo más inesperado:
ofrecían el más puro cariño,
el necesario y limpio amor que siempre
le fue negado a él desde la infancia.


Mario Míguez





Já não mexem mais,
foram arrefecendo hoje entre as minhas
e não havia mais ninguém para apertá-las.
Que milagre de ternura nas suas carícias!
Porque aquelas duas mãos delicadas,
as mãos tremidas do ancião
que era pobre e órfão desde pequeno,
criado com fome e abandono,
no desamparo das lágrimas,
essas mãos cansadas já e doentes
transmitiam o mais inesperado,
ofereciam o mais puro carinho,
o necessário e limpo amor que sempre
lhe foi negado a ele desde criança.

(Trad. A.M.)

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