21.12.20

Jorge Luis Borges (Espanha)

 


ESPAÑA

 

 Más allá de los símbolos,
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros.
España del bisonte, que moriría
por el hierro o el rifle,
en las praderas del ocaso, en Montana,
España donde Ulises descendió a la Casa de Hades,
España del íbero, del celta, del cartaginés, y de Roma,
España de los duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que deletrearon y olvidaron la escritura de Ulfilas,
pastor de pueblos,
España del Islam, de la cábala
y de la noche oscura del Alma,
España de los inquisidores,
que padecieron el destino de ser verdugos
y hubieran podido ser mártires,
España de la larga aventura
que descifró los mares y redujo crueles imperios
y que prosigue aquí, en Buenos Aires,
en este atardecer del mes de julio de 1964,
España de la otra guitarra, la desgarrada,
no la humilde, la nuestra,
España de los patios,
España de la piedra piadosa de catedrales y santuarios,
España de la hombría de bien y de la caudalosa amistad,
España del inútil coraje,
podemos profesar otros amores,
podemos olvidarte
como olvidamos nuestro propio pasado,
porque inseparablemente estás en nosotros,
en los íntimos hábitos de la sangre,
en los Acevedo y los Suárez de mi linaje,
España,
madre de ríos y de espadas y de multiplicadas generaciones,
incesante y fatal.
 

Jorge Luis Borges

 

 Para além dos símbolos,
para além da pompa e da cinza dos aniversários,
para além da aberração do gramático
que vê na história do fidalgo
que D. Quixote sonhava ser e foi no fim,
não a amizade ou a alegria
mas um herbário de arcaísmos e um rifoneiro,
em nós estás, Espanha silenciosa.
Espanha do bisonte,
morto pelo ferro ou pelo rifle,
nas pradarias do ocaso, em Montana,
Espanha onde Ulisses desceu à Casa de Hades,
Espanha do ibero, celta, cartaginês e de Roma,
Espanha dos duros visigodos,
de estirpe escandinava,
que riscaram e esqueceram a escrita de Ulfilas,
pastor de povos,
Espanha do Islão, da cabala
e da noite escura da Alma,
Espanha dos inquisidores,
que sofreram o destino de verdugos
quando podiam ser mártires,
Espanha da longa aventura
que decifrou os mares e submeteu impérios
e prossegue aqui, em Buenos Aires,
neste ocaso de Julho 1964,
Espanha da outra guitarra, a rasgada,
não a humilde, a nossa,
Espanha dos pátios,
Espanha da pedra piedosa de catedrais e santuários,
Espanha da hombridade, da caudalosa amizade,
Espanha da inútil coragem,
podemos professar outros amores,
podemos olvidar-te
tal como olvidamos nosso próprio passado,
porque tu estás em nós,
nos hábitos íntimos do sangue,
nos Acevedo e Suárez da minha linhagem,
Espanha,
mãe de rios e de espadas e desvairadas gerações,
incessante e fatal.

 
(Trad. A.M.)

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