1.9.12

Amalia Bautista (Dragões)





DRAGONES




Ha llegado la hora de matar al dragón,
de acabar para siempre con el monstruo
de las fauces terribles y los ojos de fuego.
Hay que matar a este dragón y a todos
los que a su alrededor se reproducen.


Al dragón de la culpa y al dragón del espanto,
al del remordimiento estéril, al del odio,
al que devora siempre la esperanza,
al del miedo, al del frío, al de la angustia.
Hay que matar también al que nos tiene
aplastados de bruces contra el suelo,
inmóviles, cobardes, desarraigados, rotos.


Que la sangre de todos
inunde cada parte de esta casa
hasta que nos alcance la cintura.
Y cuando ese montón de monstruos sea
sólo un montón de vísceras y ojos
abiertos al vacío, al fin podremos
trepar y encaramarnos sobre ellos,
llegar a las ventanas, abrirlas o romperlas,
dejar que entren la luz, la lluvia, el viento
y todo lo que estaba retenido
detrás de los cristales.


Amalia Bautista


[La memoria de Cain]





Chegou a hora de matar o dragão,
de acabar para sempre com este monstro
de fauces terríveis e olhos de fogo.
Há que matar este dragão e todos
que à sua volta se reproduzem.


O dragão da culpa e o do espanto,
o do remorso estéril, o do ódio,
o que sempre devora a esperança,
o do medo, do frio, da angústia.
Há que matar também o que nos esmaga
de bruços contra o chão,
imóveis, cobardes, quebrados, sem raízes.


Que o sangue de todos inunde
cada parte da casa
até nos chegar à cinta.
E quando essa pilha de monstros
for só um monte de vísceras
e olhos abertos para o vazio,
enfim poderemos trepar, montar-nos sobre eles,
chegar às janelas, abri-las ou quebrá-las,
deixar entrar a luz, a chuva, o vento
e tudo o que estava retido
atrás dos vidros.


(Trad. A.M.)


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