8.3.25

Raquel Lanseros (Céu por cima)




CIELO ARRIBA

 

Y qué gozosamente, con qué brío
uno se da de bruces con el mundo
y antes de comprenderlo ya lo ama.

Y qué fascinación la del principio
por descubrir el barro originario
y encontrarlo en las ranas en su charco
croando las verdades inmutables
y en el ámbar goloso de la cidra
que imita en su dulzor el sueño mismo. 

En busca de lo grande que supone
contener lo pequeño uno se embarca luego
que la fortuna obliga y el sendero
no deja de tentar al caminante.

Y va haciéndose hora y los paisajes
se despliegan y vibran con asombro
y los rostros desfilan y la lucha
renueva su silueta milenaria
y la rueda del mundo gira y gira
y va cambiando fuerza por cansancio
pero el encantamiento no termina
y uno se siente vivo porque sabe
que todo está en primicia eternamente. 

Y se recuesta al borde del destino
para beber la sombra, cuando escucha
el croar de las ranas en su charco. 

La primera verdad que siempre vuelve
a quien ya entiende que es la verdadera. 


Raquel Lanseros

  

E quão alegremente, com que brio
damos de caras com o mundo
e sem o compreender já o amamos.

E que fascínio o do início,
ao descobrir a lama originária
e achá-la nas rãs do charco,
coaxando as eternas verdades,
e no âmbar apetitoso da cidra,
que na doçura imita próprio sonho.

Em busca do grande que é suposto
conter o pequeno, embarcamos logo
que a fortuna manda, sem o carreiro
deixar de tentar o caminhante.

E vai sendo hora, as paisagens
estendem-se e vibram com assombro,
os rostos desfilam e a luta
renova seu perfil milenar
e a roda do mundo gira-que-gira,
trocando força por cansaço,
mas não se acaba o encanto
e sentimo-nos vivos pois sabemos
que tudo são primícias eternamente.

E repousamos já no destino
para beber a sombra, quando
escutamos no charco o coaxar das rãs.

A primeira verdade que volta sempre
a quem sabe já que é a verdadeira.


(Trad. A.M.)

.