31.7.13

Antonio Orihuela (No fim de jantar)





Al final de la comida
le he enseñado a mi madre
el libro de poemas
que acaban de publicarme.

La artritis de sus manos
apenas le deja mantenerlo abierto
y sus escasos años de escuela
recorren las palabras
como un niño que gatea
hasta hacer incomprensibles mis versos.

Loca de contento,
orgullosa de su hijo,
le lee un poema a mi padre
que la mira desde el sofá.

Cuando termina,
levanta la cabeza
y ve a mi padre dormido.

Lo despierta
y vuelve a comenzar
hasta tres veces
la lectura...

Yo no digo palabra,
pienso en los amos de la fuerza de los humildes,
en el tiempo delicioso que les robaron,
en la lengua que apenas les dejaron para comer
y reproducirse

en los profesionales del estilo,
en los críticos de las letras,

y en lo lejos que estará siempre
el pueblo sencillo y trabajador
de eso que llaman literatura.


Antonio Orihuela


[Apologiade la luz]





No fim de almoço
mostrei a minha mãe
o livro de poemas
que acabam de publicar-me.

A artrite de suas mãos
quase não lhe deixa mantê-lo aberto
e seus poucos anos de escola
percorrem as palavras
como uma criança a gatinhar
até tornar meus versos
incompreensíveis.

Louca de alegria,
orgulhosa do filho,
lê um poema a meu pai
que a olha no sofá.

Quando acaba
levanta a cabeça
e vê o meu pai a dormir.

Acorda-o
e volta a começar
por três vezes
a leitura...

Eu não digo palavra, penso nos amos da força dos humildes,
no tempo delicioso que lhes roubaram,
na língua que mal lhes deixaram para comer
e reproduzir-se

nos profissionais do estilo,
nos críticos das letras

e no longe que estará sempre
o povo simples e trabalhador
disso a que chamam literatura.


(Trad. A.M.)

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