EL PASADO
Hay cosas sólo mías, una tarde
con mi padre en Carrizo y sus trasmallos
furtivos en el Órbigo
y una mañana en Vegas del Condado,
junto al viejo molino en cuya cueva
se combinaba un estraperlo cándido.
Días irrepetibles en Pedrún,
en Matueca, en Nocedo y en el Páramo,
y no sólo en la infancia, en la posguerra,
en la indefinición de aquellos años,
sino en estos de ahora. Ella me dijo
un día que me amaba. Aquel abrazo,
aunque no lo recuerde ni siquiera,
es mío inexplicablemente. Y cuanto
fue dándome la vida generosa
para luego quitármelo,
no menos generosa, como propio
lo tengo. Este feliz fosco collado
de olivos y lagares entre ortigas,
el ladrido del perro tan lejano
y el silencio de ayer y este silencio.
Mi alma hace recuento.
No cabe en una vida su pasado.
Andrés Trapiello
Há coisas só minhas, uma tarde
com meu pai no Carrizo e suas redes
furtivas no rio Órbigo
e uma manhã em Vegas del Condado,
ao pé do velho moinho em cuja gruta
se combinava um contrabando inocente.
Dias irrepetíveis em Pedrún,
em Matueca, em Nocedo e no Páramo,
e não só na infância, no pós-guerra,
na indefinição desses anos,
também nestes de agora. Um dia
ela disse que me amava. Aquele abraço,
embora já nem o lembre sequer,
é meu inexplicavelmente. E tudo o que
me foi dando a vida generosa,
para depois mo tirar,
não menos generosa, tudo isso
como próprio o tenho. Aquele outeiro
fusco de olivais e lagares entre ortiga,
o latido do cão tão distante
e o silêncio de ontem e este silêncio agora.
Minha alma faz inventário,
não cabe numa vida seu passado.
(Trad. A.M.)