25.9.24

Antonio Pereira (Quando descanso os olhos)




CUANDO DESCANSO LOS OJOS
 

Cuando descanso los ojos
 y voy flotando en el sueño,
lo que escucho todavía 
es el sonido del hierro. 

Todo sonaba en la tienda 
enemiga del silencio:
los clavos sobre el platillo 
de la balanza cayendo
y el choque de las caderas 
redondas de los pucheros. 

La chapa galvanizada 
en hornos altos de fuego 
vibraba, curvada y dulce 
materia de los calderos. 

Las guadañas se escogían 
arrancándoles el eco.
¡Todo un bosque de metales
 y yo perdido en su centro! 

Podré olvidar el color
de las cosas que me vieron 
crecer desde los estantes, 
pero su canción no puedo. 

Lo que sonaba en la tienda 
vuelve en la niebla del sueño, 
tan claro que me pregunto
si estoy soñando despierto.

Antonio Pereira 

 

Quando descanso os olhos
e vou boiando no sonho
o que sinto ainda
é o ruído do ferro. 

Tudo soava na tenda
inimiga do silêncio,
os cravos a cair
no prato da balança
e as panelas chocando
umas contra as outras.

A chapa galvanizada
em altos fornos de lume
vibrava, matéria-prima
suave dos caldeiros.

As gadanhas escolhiam-se
arrancando-lhes o eco.
Todo um bosque de metais
e eu perdido lá dentro! 

Poderei esquecer a cor
das coisas que me viram
crescer postas nas prateleiras
mas a música não posso. 

O que soava na tenda
volta agora na névoa do sonho,
tão claro que me interrogo
se não estou sonhando acordado.
 

(Trad. A.M.)

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