31.8.19

Pedro Salinas (À noite perdeu-se-me)





Anoche se me ha perdido
en la arena de la playa
un recuerdo
dorado, viejo y menudo
como un granito de arena.
¡Paciencia! La noche es corta.
Iré a buscarlo mañana…
Pero tengo miedo de esos
remolinos nocherniegos
que se llevan en su grupa
—¡Dios sabe adónde!— la arena
menudita de la playa.


Pedro Salinas

[Trianarts]




À noite perdeu-se-me
na areia da praia
uma recordação
dourada, antiga
e pequenina
como um grãozinho de areia.
Paciência! A noite é curta,
amanhã vou procurá-la…
Mas tenho receio daqueles
remoinhos nocturnos
que levam consigo
- sabe-se lá para onde! -
a areia miudinha da praia.

(Trad. A.M.)

.

29.8.19

Jorge Sousa Braga (O poema do cortador de relva)





O POEMA DO CORTADOR DE RELVA



Lê-me disse ela o poema do
cortador de relva mas eu já

me esquecera do poema
apenas que era de manhã

havia um rasto de erva cortada
de fresco e o cortador de relva

eléctrico no meio do jardim sem que
ninguém conseguisse explicar

como fora ele lá parar


Jorge Sousa Braga

[Bibliotecario de Babel]

.

27.8.19

Pedro César Alcubilla (Cuidado com os dedos)





CUIDADO CON LOS DEDOS



Abre dos mil puertas,
sal por ellas tranquilamente,
vuelve a cerrarlas de nuevo
y seguramente no recordarás
haberlo hecho.
Pero píllate los dedos
una sola vez con una de ellas
y tu memoria te los pillará
las próximas dos mil veces
que intentes volver a hacerlo.


Pedro César Alcubilla




Abre aí duas mil portas,
sai por elas tranquilamente,
volta a fechá-las de novo
e seguramente não recordarás
que o fizeste.
Mas trilha os dedos
uma só vez com uma delas
e a memória vai trilhar-tos
das duas mil vezes seguintes
que voltares a fazê-lo.

(Trad. A.M.)

.

26.8.19

Pedro Andreu (Minha casa cheira a morto)





MI CASA HUELE A MUERTO



Hace ya siete años que mi padre
vive muerto en mi casa. Me sonríe sin dientes
cuando pongo la tele, me cambia de canal por fastidiarme.
Me la apaga. Se queja si cocino y no le sirvo plato,
aunque los dos sepamos que los muertos no comen.
Hace ya siete años que me fuma en el baño.
Sus cigarrillos negros apestan el pasillo,
el ascensor, armarios. A pesar de mis súplicas,
mis quejas. ¡Ni en paz cagar se deja en esta casa
a los muertos, pues vaya educación!, me echa en cara.
Hace ya siete años que duerme en el salón.
Mi padre muerto. Sus ronquidos me pueden
y salgo al comedor y grito basta. Él se ríe
y aflojo y terminamos hablando de la vida
hasta las tantas y él me dice esas cosas que dice:
mira, hijo mío, me vivo de la risa
con tus preocupaciones. O si no: mira, hijo,
la muerte no es tampoco para tanto,
mejor tomarla a broma que demasiado en serio.
A veces me lo encuentro en la nevera
echándose la siesta entre yogures.
Es que es verano, dice. Y ya no aguanto más
y exijo que se largue. Pero jamás me escucha,
se pone con sus cosas tan de muerto, se hace el zombi
por sacarme de quicio. Sabe que no me gusta.
Le digo que mamá se enfadaría, que
esto no es muy normal, que debería estar
en una urna negra en casa de su esposa,
como los otros padres que se han muerto.
Pero no me hace caso. Él siempre va a la suya.

Hace ya siete años que revuelve mis cosas,
me esconde los apuntes de Barroco, usa mi ropa,
me vuelve del revés los calcetines, los despareja.
Y si le digo algo, sale por la tangente:
me echa en cara que no lo saco a pasear como antes,
que me entretengo al salir del trabajo,
que no lo llevo al bar cuando juega su Atleti,
que lo echo del cuarto cuando me traigo amigas.
Un par de veces lo he puesto de patitas en la calle.
Pero es testarudo. Se queda tras la puerta,
toca al timbre con esa eterna persistencia de los muertos.
Yo trato de no abrirle, le grito que estoy harto,
que se marche, que se largue de viaje, que me olvide.
Pero no me hace caso. Él nunca me hace caso.
Como un perro se sienta y aúlla hasta que vence
y le ruego que pase. Pero esta vez se fue
como no se fue otras. Discutimos más fuerte.
Le dije que esto y que lo otro, que a veces
fue un mal padre, que faltaron quizás
más tardes junto a mí cuando era un crío,
que si esto y si lo otro y lo de más allá
y no sé qué le dije de cuando era niño
y nos llevó a una playa y nos gastó la broma
de dejarnos allí y largarse en su coche
y hubo que volver caminando hasta casa.
Se ve que le dolió. Que le dolió de veras
como a veces les duelen las cosas a los muertos.
Agachó las orejas, el rabo entre las piernas,
arrojó al cielo raso un puñado de moscas
de su boca. Se me marchó en silencio
escaleras abajo. No esperó el ascensor.

Siete años de tapas levantadas, de mordernos
como se muerden padre e hijo, vivo y muerto,
mañana tras mañana. Y ya van dos semanas
sin que apague mi tele ni cambie de canal por fastidiarme.
Dos semanas sin nadie escondiéndome llaves.
Y ahora echo de menos a los pies de mi cama
sus pellizcos fantasma. Sus ronquidos de noche.

Y me digo que no, que no tenía derecho,
que él era mi muerto y yo su vivo,
que eso es importante. Que le he fallado igual
que me falló él a mí, aquel verano
que me dejó olvidado en una playa.
Hasta he pensado en llamar a mis pobres hermanas,
por si se fue con ellas; preguntar a mi madre,
empapelar el barrio con carteles:
se busca padre muerto. Y me da por llorar
como lloran los vivos cuando pienso en las calles,
que es invierno, que se fue sin chaqueta, que la muerte es helada,
que no tiene dinero para comprar tabaco,
que qué será de él sin mí, que soy su vivo.
Y he llegado a pensar sino será el Gobierno.
Igual han recortado: como recortan sueldos, derechos,
sanidades, educación, cultura, amores… Será eso:
al Gobierno le ha dado por recortar en muertos.
Pero eso sí que no. Eso no. Por ahí no pasamos.
Mañana al levantarme empiezo una. Papá se la merece.
Haré revolución, desmontaré el Estado. Vendrán conmigo
muchos. No estoy solo. Todos tenemos muertos.
No saben lo que han hecho. Que nos tengan cuidado.
Mañana por la tarde triunfará la insurgencia
y luego volveré a casa con mi padre del brazo
a discutir de nuevo, a levantar la tapa él
y yo a bajarla, a robarnos el mando de la tele
el uno al otro, a hablar hasta las tantas,
a emborracharnos y celebrar por fin
que él es mi muerto y yo su vivo, qué carajo,
y que ningún gobierno, ningún mundo asqueroso,
podrá echarnos por tierra siete años.


Pedro Andreu

[Facebook]




Há sete anos já que meu pai
vive morto em minha casa. Sorri para mim
sem dentes quando ligo a TV, muda-me de canal
para me chatear, desliga-ma. Queixa-se se eu cozinho
e não lhe ponho prato, apesar de sabermos ambos
que os mortos não comem.
Há já sete anos que me fuma no banheiro,
e os seus cigarros negros empestam o corredor,
o elevador, os armários. Apesar dos meus rogos
e das minhas queixas. Chiça, atira-me ele à cara,
já nem deixam os mortos cagar nesta casa,
haja educação.
Há sete anos já que dorme na sala,
meu falecido pai. Os seus roncos enervam-me,
abro a porta e grito 'basta'. Ele ri-se,
eu acalmo e acabamos a falar da vida
até às tantas, onde ele me diz aquelas coisas
que diz: olha, meu filho, eu vivo de riso
com as tuas preocupações. Ou então:
olha, filho, a morte também não é nada de mais,
melhor levá-la a brincar que muito a sério.
Às vezes vou encontrá-lo no frigo
a dormir a sesta entre os iogurtes.
É que é Verão, diz ele. Eu passo-me
e exijo que se vá, só que el nunca me ouve,
põe-se com aquelas coisas de morto, faz de zombi
para me tirar do sério, pois sabe que eu não gosto.
Digo-lhe que a mamã se incomodaria, que
isto não é lá muito normal, que ele devia era estar
numa urna preta em casa da esposa,
tal como os outros pais falecidos.
Mas ele não me liga, fica sempre na sua.

Há sete anos já que me remexe as coisas,
me esconde os apontamentos de Barroco, me usa a roupa,
vira-me as peúgas do avesso, desparelha-as.
E se eu lhe digo alguma coisa, desvia-se,
atira-me à cara que eu não o levo a passear como antes,
que me entretenho no fim do trabalho,
que não o levo ao bar quando joga o clube dele,
que o imponto do quarto quando venho com amigas.
Um par de vezes pu-lo na rua,
mas é cabeçudo, mete-se à porta
e toca à campainha com a teimosia própria dos mortos.
Eu não abro e grito-lhe que estou farto,
que vá embora, que parta em viagem, que me esqueça.
Mas ele não me liga, ele nunca me liga,
senta-se como um cão, põe-se a uivar até ganhar
a dele e eu dizer-lhe que entre. Mas desta vez ele foi-se
como não se foi das outras. A discussão foi mais longe,
eu disse-lhe isto e aqueloutro, que ele foi
às vezes mau pai, que fizeram falta talvez
mais tardes comigo em criança
e que mais isto e mais aquilo
e nem sei que lhe disse de um dia
nos levar à praia e dar-lhe na bolha
de nos largar ali e ir embora no carro
e nós termos de ir a pé sozinhos para casa.
Via-se que lhe doeu, que lhe doeu deveras,
como às vezes doem as coisas aos mortos.
Baixou as orelhas, de rabo entre as pernas,
atirando da boca um punhado de moscas
para o céu. E foi-me pela escada abaixo,
retirando em silêncio, nem mesmo esperou pelo elevador.

Sete anos de tampas erguidas, de nos ferrarmos
como se ferram pai e filho, um vivo outro morto,
manhã após manhã. E já lá vão quinze dias
sem me desligar a TV ou mudar de canal para chatear,
quinze dias sem me esconder as chaves.
E agora sinto falta dos seus beliscos
aos pés da cama, dos seus roncos de noite.

E digo cá para mim que não, não há direito,
que ele era o meu morto, assim como eu o vivo dele,
e que isso era importante. Que também eu lhe falhei,
como ele me falhou a mim, naquele Verão
em que me deixou na praia esquecido.
Até cheguei a pensar em falar às manas,
se calhar foi com elas; perguntar à minha mãe,
encher o bairro de cartazes:
procura-se um pai morto. E dá-me para chorar
como choram os vivos, quando penso nas ruas,
que é Inverno, que ele saiu sem camisola, que é gelada a morte,
que ele não tem dinheiro para tabaco,
o que será dele sem mim, que sou o vivo dele.
E cheguei a pensar se não será o Governo,
eles cortam tudo, cortam salários, direitos,
saúde, educação, cultura, amores... Se calhar,
deu-lhes agora para cortar nos mortos.
Ah, mas essa não, essa não, aí não admitimos.
Amanhã ao erguer-me vou começar uma (o meu paizinho merece...),
começo uma revolução, desmonto o Estado.
Muitos virão comigo, não estou só, todos nós temos mortos.
Não sabem o que fizeram, que se acautelem,
amanhã tarde vai triunfar a insurreição,
depois virei para casa com meu pai debaixo do braço,
a discutir novamente, a erguer a tampa ele
e eu a baixá-la, a roubar um ao outro
o comando da TV, a parlar até às tantas
a emborrachar-nos, a celebrar por fim
eu ser o seu vivo e ele o meu morto, cum caracho,
e que nenhum governo, nenhum mundo asqueroso,
há-de lançar-nos a terra sete anos.


(Trad. A.M.)

.

24.8.19

João José Cochofel (O Verão estala)





(IV)


O Verão estala por todos os poros
da casca das árvores,
da língua dos cães,
das asas das cigarras,
do bico dos peitos das mulheres
tão acerado
que rasga o véu de calor
com um golpe preciso
de lanceta.


João José Cochofel

.

22.8.19

Luciano de Giovanni (Verás)





Tu lo vedi, non sono poesie,
non vogliono essere
poesie, vogliono essere
amore
un umile cercare
attraverso parole
di poco conto
quell’unica parola
che ricordiamo
quando non ricordiamo
nulla
e liberi sostiamo
al margine del dire
nell’estasi che ci culla

Luciano de Giovanni




Verás, não são poesias
não querem ser
poesias, querem ser
amor
uma busca humilde
entre palavras
de pouca conta
daquela palavra única
que recordamos
quando não recordamos
nada
e livres paramos
na fronteira do dito
do êxtase que nos embala

(Trad. A.M.)

.

21.8.19

Pedro A. González Moreno (O picão da infância)





EL PICÓN DE LA INFANCIA

                                (A mi padre)


Uno de aquellos días de los duros inviernos
de La Mancha, mi padre
me llevó a hacer picón.
Bajo la luz incierta de aquel amanecer
tenía el campo un brillo distinto, un color nuevo
de frío y aventura.
Recogidos los haces
de leña a campo abierto
hicimos una hoguera y, fascinado,
vi levantarse el humo
en una alta columna, más alta que la luz
de la mañana. Supe
después que aquellas llamas
eran un misterioso reflejo del poema;
algo estaba creándose al mismo tiempo que algo
también se destruía.

Con unos cubos de agua, baldeándola a mano,
apagamos las brasas
para que el fuego no las consumiese.
Era preciso el agua en el momento exacto
(un momento anterior a la ceniza)
para que la madera conservase
ese oscuro tesoro de su fuego escondido.
Finalmente, con horcas
íbamos removiendo el montón humeante
hasta que se enfriaba.

Pensé que aquel oficio consistía
tan sólo en extraerle
el humo a la madera,
o tal vez en guardar, para después, la lumbre
que había oculta dentro de las ramas.

Muchos años más tarde
pensé que sólo en eso
consistía el oficio del poeta:
en quemar las palabras muy cuidadosamente
hasta que ardiera toda la hojarasca
y su corteza impura;
en dejar que los versos, ya vaciados de humo,
quedasen reducidos a su ascua,
y pudieran así guardar un poco
de lumbre para el luego.

Después, ya muchos años
después, algunas veces he pensado
que al escribir poemas
sólo seguía haciendo picón con las palabras:
negro picón
para este duro invierno
de la vida.


Pedro A. González Moreno

[Mientras la luz]




Um desses dias dos invernos duros da Mancha, meu pai
levou-me a fazer carvão de brasa.
Na luz incerta desse amanhecer
o campo tinha um brilho distinto, uma cor nova
de frio e aventura.
Apanhados os feixes
de lenha em campo aberto,
fizemos uma fogueira e eu,
fascinado, vi o fumo erguer-se
numa coluna muito alta, mais alta
que a luz da manhã. Soube
depois que essas chamas
eram um misterioso reflexo do poema;
algo se criava ali, ao mesmo tempo
que algo
também se destruía.

Com uns baldes de água, passando-a à mão,
amortecemos as brasas
para o fogo as não consumir.
Era precisa a água no momento exacto
(um momento anterior à cinza)
para a madeira conservar
o escuro tesouro do seu fogo escondido.
Por fim, íamos remexendo
o montão fumegante com paus,
até arrefecer.

Eu pensava que o serviço era apenas
extrair o fumo à madeira,
ou talvez guardar, para depois, o lume
que havia dentro dos ramos.

Muitos anos mais tarde
pensei que era só isso
o ofício do poeta,
queimar as palavras com todo o cuidado
até arder a folharada toda
e a sua impura casca;
deixar que os versos, esvaziados já de fumo,
ficassem reduzidos à sua brasa,
conseguindo assim guardar um pouco
de lume para o fogo.

Depois, já muitos anos
depois, algumas vezes pensei
que ao fazer poemas
continuava só a fazer carvão com as palavras:
negro carvão
para este duro inverno
da vida.


(Trad. A.M.)

.


19.8.19

Pablo Neruda (Testamento)





TESTAMENTO



Dejo a los sindicatos
del cobre, del carbón y del salitre
mi casa junto al mar de Isla Negra.
Quiero que allí reposen los maltratados hijos
de mi patria, saqueada por hachas y traidores,
desbaratada en su sagrada sangre,
consumida en volcánicos harapos.

Quiero que al limpio amor que recorriera
mi dominio, descansen los cansados,
se sienten a mi mesa los oscuros,
duerman sobre mi cama los heridos.

Hermano, ésta es mi casa, entra en el mundo
de flor marina y piedra constelada
que levanté luchando en mi pobreza.
Aquí nació el sonido en mi ventana
como en una creciente caracola
y luego estableció sus latitudes
en mi desordenada geología.

Tu vienes de abrasados corredores,
de túneles mordidos por el odio,
por el salto sulfúrico del viento:
aquí tienes la paz que te destino,
agua y espacio de mi oceanía.


Pablo Neruda

[Voar fora da asa]




Deixo aos sindicatos
do cobre, do carvão e do salitre
minha casa junto ao mar em Isla Negra.
Quero que ali repousem os maltratados filhos
da minha pátria, saqueada por machados e traidores,
desbaratada em seu sangue sagrado,
consumida em vulcânicos farrapos.

Quero que ao limpo amor que percorreu
meu domínio, descansem os cansados,
sentem-se à mesa os humildes,
durmam os feridos na minha cama.

Irmão, esta é minha casa, entra no mundo
de flor marinha e pedra constelada
que eu ergui lutando em minha pobreza.
Aqui nasceu o som em minha janela
como num búzio,
e depois fixou as latitudes
em minha desordenada geologia.

Tu vens de abrasados corredores,
de túneis mordidos pelo ódio,
pelo salto sulfúrico do vento:
aqui tens a paz que te deixo,
água e espaço de minha oceania.

(Trad. A.M.)

.

18.8.19

João Habitualmente (Em toda a casa)





EM TODA A CASA



pelas paredes cheira ainda à tua pele cutânea

mas desde que te foste estar aqui é oco,
cansativo, uma espera. E às vezes (como se
tivéssemos chorado) respirar custa.

sobretudo nada apetece.
sair para a rua? Ir então em frente a repetir
os passos, passear nas avenidas a espaçar as
horas – dispersar a espera?

tudo cinzento. Choverá?
aqui é que não fico. No quarto onde dormimos
o espaço sobra, e cada coisa já morreu ou está a mais.
em toda a casa uma violência subterrânea:
a tua ausência


João Habitualmente

.

16.8.19

Pablo García Casado (Publicidade enganosa)





PUBLICIDAD ENGAÑOSA



es cierto reconozco todos los cargos
mentí lo sé lo sabía desde el principio
todos lo hacemos es la manera de vender

el producto qué quieres que te diga no soy
el que andabas buscando sí soy un cerdo
un grandísimo cabrón un hijoputa... pero dime

qué tiene todo eso que ver con el amor?


Pablo García Casado

[Ulises sin Joyce]




certo reconheço as acusações
menti bem sei sabia desde início
todos mentimos é o modo de vender

o produto o que queres que te diga não sou
aquele que tu querias sim sou um porco
um cabrão um filho da puta... mas diz-me

o que tem isso tudo a ver com o amor?

(Trad. A.M.)

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13.8.19

Patrizia Cavalli (O coração nunca está seguro)




Il cuore non è mai al sicuro e dunque,
fosse pure in silenzio, non vantarti
della vittoria o dell’indifferenza.
Rendi comunque onore a ciò che hai amato
anche quando ti sembra di non amarlo più.
Te ne stai lì tranquilla? Ti senti soddisfatta?
Potresti finalmente dopo anni
d’ingloriosa incertezza, di smanie e umiliazioni,
rovesciare le parti, essere tu
che umili e che comandi? No, non farlo,
fingi piuttosto, fingi l’amore che sentivi
vero, fingi perfettamente e vinci
la natura. L’amore stanco
forse è l’unico perfetto

Patrizia Cavalli




O coração nunca está seguro, por isso
não te vanglories, mesmo em silêncio,
da vitória ou da indiferença.
Honra o objecto do teu amor,
mesmo quando sintas não amá-lo já.
Estás tranquila? Satisfeita?
Podias agora, após anos
de inquietação, de incertezas e humilhações,
trocar de papéis, ser tu doravante
a mandar e humilhar? Não caias nessa,
finge antes, finge o amor que sentias
real, finge perfeitamente e vence
a natureza. O amor cansado
é talvez o único perfeito.

(Trad. A.M.)



>>  L'ombra delle parole (18p) / Poesia (5p) / Poesia 2.0 (infos) / Wikipedia

.

11.8.19

Pablo Casares (Catedrais)




CATEDRALES



Construimos nuestras vidas
con pequeñas ficciones,
miedos con los que somos
incapaces de reconciliarnos,
distancias con puntos de fuga infinitos
y frágiles andamios
cubiertos de apariencias.

Monumentales catedrales del fracaso
que levantamos cada mañana
con el pie izquierdo.


Pablo Casares





Construímos nossas vidas
com pequenas ficções,
medos com que não
conseguimos reconciliar-nos,
distâncias com pontos de fuga infinitos
e frágeis andaimes
cobertos de aparências.

Monumentais catedrais do fracasso
que levantamos cada manhã
com o pé esquerdo.

(Trad. A.M.)

.

10.8.19

Pablo de Rokha (Mordido de canalhas)





Mordido de canallas, yo fui "el gran solitario
de las letras chilenas", guerrero malherido,
arrastro un desgarrado corazón proletario
y la decisión épica de no caer vencido.

Sobre la patria arada de espanto, mi calvario
chorrea sangre humana, y un sol despavorido
me va ciñendo el cuerpo de fuego extraordinario,
como un caballo de oro con el freno perdido.

Irreductible al látigo, salvaje e innumerable,
el instinto social me da el imponderable,
y descubro un subsuelo que el drama humano aprueba.

Con tu recuerdo, al hombro, mi rol específico,
y como andando solo, en ti me identifico,
fundo con tus cenizas una religión nueva.


Pablo de Rokha




Mordido de canalhas, eu fui ‘o grande solitário
das letras chilenas’, guerreiro malferido,
arrasto um rasgado coração proletário
e a decisão épica de não tombar vencido.

Sobre a pátria arada de espanto, meu calvário
espicha sangue e suor, e um sol espavorido
cinge-me o corpo de um lume extraordinário,
como um cavalo de oiro com freio perdido.

Imune ao látego, selvagem e inumerável,
o instinto social me dá o imponderável,
e descubro um chão que a humanidade aprova.

Em teu nome e com meu papel específico,
caminho só, mas contigo me identifico,
e fundo com tuas cinzas religião nova.

(Trad. A.M.)

.

8.8.19

João Guimarães Rosa (Alaranjado)




ALARANJADO



No campo seco, a crepitar em brasas,
dançam as últimas chamas da queimada,
tão quente, que o sol pende no ocaso,
bicado
pelos sanhaços das nuvens,
para cair, redondo e pesado,
como uma tangerina temporã madura…


João Guimarães Rosa


[Só poesia]

.

7.8.19

Pablo Albornoz (O amanhecer)





el amanecer
un rayo de luz quiere
limpiar el mundo


Pablo Albornoz




amanhecer
um raio de luz quer
limpar o mundo

(Trad. A.M.)

.

5.8.19

Óscar Hahn (No túmulo do poeta desconhecido)





EN LA TUMBA DEL POETA DESCONOCIDO




Aquí yace Ene Ene
el poeta desconocido
No corrió la suerte de Lorca
ni de Neruda ni de Eliot
ni de Rimbaud ni de Rilke
ni de ninguno de los que duermen
en túmulos famosos
Escribió lo que pudo y como pudo
y su felicidad no fue la fama
sino la epifanía de componer unos versos
y releerlos y guardarlos
como un pequeño tesoro
Yo te admiro poeta invisible
por tu coraje para enfrentar el anonimato
sin claudicar jamás
de tu vocación creadora
Nadie conoce tus poemas
y casi nadie ha leído tu epitafio
escrito por ti mismo
para este nicho visitado
tan sólo por los que te quieren
Y en esta vida amigo mío
eso es lo único que cuenta


Óscar Hahn




Aqui jaz N-N
o poeta desconhecido
Não teve a sorte de Lorca
nem de Neruda nem de Eliot
nem de Rimbaud nem de Rilke
nem de nenhum dos que dormem
em túmulos famosos
Escreveu o que pôde e como pôde
e a sua Ventura não foi a fama
mas a epifania de compor alguns versos
e relê-los e guardá-los
como um pequeno tesouro
Eu te admiro poeta invisível
pela coragem de enfrentar o anonimato
sem claudicar jamais
de tua vocação criadora
Ninguém te conhece os poemas
e ninguém quase te leu o epitáfio
escrito por ti mesmo
para este nicho visitado
só por aqueles que te amam
E na vida meu amigo
isso é o que conta

(Trad. A.M.)

.

4.8.19

João de Mancelos (Saudade definida)





SAUDADE DEFINIDA



e o que é a saudade
senão um poço aberto no peito
de onde içamos água de sombra?


João de Mancelos

.

2.8.19

Oliverio Girondo (O que esperamos)





LO QUE ESPERAMOS



Tardará, tardará.

Ya sé que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios,
de hastío,
de diamantes,
de caviar,
de remedios.

Ya sé que todavía pasarán muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza,
se alejen de la envidia,
no idolatren la saña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión,
de ceguera,
de mezquindad.
de bosta.

Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres
- no cajas de caudales,
ni perchas desoladas -
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.

Y entonces...
¡Ah!, ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas al instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.


Oliverio Girondo

[Atlas de poesia]




Demorará, demorará.

Eu sei que ainda
os êmbolos,
a usura,
o suor,
as bobinas
continuarão a produzir,
em quantidade,
em série,
iniquidade,
jejum,
rancor,
desespero;
para que as lombrigas de ocos sutiãs,
as vacas de embaixada,
os velhos paquidermes de esfíncter cabeludo,
se saciem de adultérios,
de fastio,
de diamantes,
de caviar,
de remédios.

Já sei que hão-de passar muitos anos
para estes crustáceos
do asfalto
e da sujeira
limparem a cabeça,
afastarem a inveja,
não idolatrarem a sanha,
não adorarem a impostura
e abandonarem sua crosta
de opressão,
de cegueira,
de mesquinhez,
de bosta.

Mas, talvez, um dia,
antes de a terra se cansar de nos atrair
e oferecer o seio,
o cérebro lhes sirva para se sentirem humanos,
homens,
mulheres
- não cofres
nem cabides desolados -
dominarem as rodas,
impedirem que nos matem,
verificarem que a vida arranca e rasga
os coletes de forças de todos os sistemas;
e descobrirem, novamente, que todas as riquezas
estão em nós e não debaixo da terra.

E então...
Ah, nesse dia
abriremos os braços
sem temer que o instinto nos morda as canelas,
nem ter medo de tudo
até da própria sombra;
e seremos capazes de chegar-nos ao pasto,
à noite,
aos rios,
sem rubor,
mansamente,
com as pupilas claras,
comas mãos tranquilas;
e usaremos palavras de substância,
autênticas;
não desses vocábulos eriçados de aversão
que as hienas babam incitando ao ódio,
nem daqueles que abafam
em estrofes xaroposas
com clara de ovo estragado;
mas palavras simples,
de ribeiro,
de raízes,
que nós aproximem um pouco,
em vez de nos separar;
ou melhor ainda
guardaremos silêncio
para tomar o pulso
a tudo o que existe
e viver o milagre de quanto nos cerca,
enquanto alguém nos disser
com uma voz de carvalho
o que desde há séculos
esperamos em vão.

(Trad. A.M.)

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1.8.19

Nicanor Parra (Advertência ao leitor)





ADVERTENCIA AL LECTOR



El autor no responde de las molestias que puedan ocasionar sus escritos:
Aunque le pese.
El lector tendrá que darse siempre por satisfecho.
Sabelius, que además de teólogo fue un humorista consumado,
Después de haber reducido a polvo el dogma de la Santísima Trinidad
¿Respondió acaso de su herejía?
Y si llegó a responder, ¡cómo lo hizo!
¡En qué forma descabellada!
¡Basándose en qué cúmulo de contradicciones!

Según los doctores de la ley este libro no debiera publicarse:
La palabra arco iris no aparece en él en ninguna parte,
Menos aún la palabra dolor,
La palabra torcuato.
Sillas y mesas sí que figuran a granel,
¡Ataúdes!, ¡útiles de escritorio!
Lo que me llena de orgullo
Porque, a mi modo de ver, el cielo se está cayendo a pedazos.

Los mortales que hayan leído el Tractatus de Wittgenstein
Pueden darse con una piedra en el pecho
Porque es una obra difícil de conseguir:
Pero el Círculo de Viena se disolvió hace años,
Sus miembros se dispersaron sin dejar huella
Y yo he decidido declarar la guerra a los cavalieri della luna.

Mi poesía puede perfectamente no conducir a ninguna parte:
“¡Las risas de este libro son falsas!”, argumentarán mis detractores
“Sus lágrimas, ¡artificiales!”
“En vez de suspirar, en estas páginas se bosteza”
“Se patalea como un niño de pecho”
“El autor se da a entender a estornudos”
Conforme: os invito a quemar vuestras naves,
Como los fenicios pretendo formarme mi propio alfabeto.
“¿A qué molestar al público entonces?”, se preguntarán los amigos lectores:
“Si el propio autor empieza por desprestigiar sus escritos,
¡Qué podrá esperarse de ellos!”
Cuidado, yo no desprestigio nada
O, mejor dicho, yo exalto mi punto de vista,
Me vanaglorio de mis limitaciones
Pongo por las nubes mis creaciones.

Los pájaros de Aristófanes
Enterraban en sus propias cabezas
Los cadáveres de sus padres.
(Cada pájaro era un verdadero cementerio volante)
A mi modo de ver
Ha llegado la hora de modernizar esta ceremonia
¡Y yo entierro mis plumas en la cabeza de los señores lectores!


Nicanor Parra




O autor não responde pelos incómodos que seus escritos possam causar.
Embora lhe custe.
O leitor terá de dar-se sempre por satisfeito.
Sabelius, que além de teólogo foi humorista consumado,
depois de reduzir a pó o dogma da Santíssima Trindade
acaso respondeu pela sua heresia?
E se chegou a responder, como é que o fez?
Em que forma descabelada,
baseando-se em que rima de contradições?

Este livro, segundo os doutores da lei, não devia ser publicado:
A palavra arco-íris não aparece em lado nenhum,
e menos ainda a palavra dor,
como também a palavra torquato.
Cadeiras e mesas, sim, entram a granel,
ataúdes, artigos de escritório!
O que me enche de orgulho,
já que, a meu ver, o céu está a cair aos pedaços.

Os mortais que leram o Tractatus de Wittgenstein
podem bater com uma pedra no peito
pois é uma obra difícil de conseguir;
mas o Círculo de Viena dissolveu-se há anos,
os membros dispersaram-se sem deixar rasto
e eu decidi declarar guerra aos ‘cavalieri della luna’.

A minha poesia pode perfeitamente não levar a nenhum lado:
‘São falsos os risos deste livro!’,
argumentarão os meus detractores
‘As suas lágrimas, artificiais’
‘Em vez de suspirar, nestas páginas boceja-se’
‘Esperneia-se como uma criança de peito’
‘O autor faz-se entender aos soluços’
Certo, convido-vos a queimar os vossos navios,
já que pretendo criar como os fenícios o meu próprio alfabeto.
‘Para quê incomodar então o público’,
perguntarão os amigos leitores:
‘Se o próprio autor começa por desprestigiar seus escritos,
o que poderá esperar-se dos mesmos?’
Atenção, eu não desprestigio nada,
ou melhor, eu exalto o meu ponto de vista,
vanglorio-me das minhas limitações
ponho as minhas criações nas nuvens.

Os pássaros de Aristófanes
enterravam os cadáveres dos pais
em suas próprias cabeças.
(Cada pássaro era um verdadeiro
cemitério ambulante)
No meu modo de ver
chegou a hora de modernizar a cerimónia:
Eu enterro as minhas plumas na cabeça
dos senhores leitores.


(Trad. A.M.)

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