16.3.18

Jacob Iglesias (5-Setermbro-2008)





5 -SEPTIEMBRE-2008



Catorce años después,
cuanto queda de mi padre es una sucesión
de imágenes
inconexas, y cada vez más huecos,
y algunos recuerdos minuciosos,
sobre todo de aquellos últimos meses.
Me ha costado todos estos años aprender
que cuando la memoria se convierte
en un rastro que conduce a ninguna parte,
sólo puede aliviarnos
esta liturgia de acercarnos al cementerio,
limpiar de tierra y excrementos de pájaro
la lápida, maldecir que haya más líquenes
en la inscripción y arrancar los hierbajos
que han ido creciendo.
Atar luego a la cruz unas flores de plástico
y dejar tumbado en la tierra
un ramo de claveles. Y rezar,
sin devoción, pero por si acaso,
un padrenuestro
por la vida eterna en que él confiaba.


Jacob Iglesias





Catorze anos depois,
tudo o que resta de meu pai é uma sucessão
de imagens
desconexas, espaços vazios
e algumas lembranças minuciosas,
mais daqueles últimos meses.
Custou-me aprender nestes anos todos
que quando a memória se converte
num rasto que não leva a lado nenhum,
só nos alivia
esta liturgia de passar no cemitério,
limpar a lápide das cagadelas dos pássaros,
praguejar de haver mais líquenes
na inscrição e arrancar os argalhos
que foram crescendo.
Prender depois na cruz umas flores de plástico
e deixar na terra caído
um ramo de cravos. E rezar,
sem devoção, mas por cautela,
um padre-nosso
pela vida eterna em que ele confiava.

(Trad. A.M.)


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