11.2.13

Vicente Gallego (Uma tarde qualquer)





UNA TARDE CUALQUIERA



No hay grandeza en la tarde, ni en el ocio
que la tarde me entrega y que he gastado
en buscar algo grande en el entorno
que ahora envuelve mi tiempo. Y después de la música,
y de mucho tabaco, y de dar muchas vueltas
por mi vieja memoria y por la casa,
he encontrado en un libro algunas fotos
de una tarde tranquila como ésta
en las que estoy fumando en la terraza.
Y al mirar esas fotos todavía recientes
de un momento trivial como este mismo,
una extraña emoción adorna los objetos
que desde allí me observan, y que voy comparando
con lo que son ahora: las macetas
han cambiado de sitio, ya se han muerto las flores
que crecían entonces, y entre otros detalles
sin ninguna importancia que mi mano mudó
al correr de los días, descubro ahora que es la mano
que sostiene el cigarro y parece la misma
lo que más ha cambiado, pues pertenece a un hombre
que soñaba un futuro diferente
para el que hoy lo mira, y se sonríe,
y alimenta otros sueños, y comprende
que también pasarán los de este día,
y aún contempla la tarde que se escapa,
y en ella al fin percibe, durante un solo instante,
esa extraña grandeza
que al pasar pone el tiempo en las cosas pequeñas.


VICENTE GALLEGO
La plata de los días
(1996)




Não há grandeza na tarde, nem no ócio
que a tarde me empresta e que eu gastei
à procura de algo grande no espaço
que envolve o meu tempo. E depois da música,
e de muito tabaco, e de dar voltas e voltas
por dentro da casa e da memória,
topei num livro algumas fotos
de uma tarde tranquila como esta
em que apareço a fumar no terraço.
E ao olhar para essas fotos ainda recentes
de um momento trivial como este,
uma estranha emoção adorna os objectos
que dali me observam, e que eu vou comparando
com o que são agora: os vasos
mudaram de sítio, morreram já as flores
que então cresciam, e além doutros detalhes
sem importância que a minha mão mudou
ao correr do tempo, descubro agora que a mão
que segura o cigarro e parece a mesma
foi o que mais mudou, pois pertence a um homem
que sonhava um futuro diferente
para aquele que hoje o observa, e sorri,
e alimenta outros sonhos, e compreende
que os de hoje também passarão,
e contempla ainda a tarde que foge,
percebendo enfim, por um só instante,
essa estranha grandeza
que o tempo ao passar põe nas coisas pequenas.


(Trad. A.M.)

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