24.10.11

Alejandro Céspedes (Sofres a miragem da noite)






V




Sufres el espejismo de la noche
que rellena los vasos y te envía
sus sombras alcahuetas.
Pero el día se empeña en recordarnos
que la noche es la niebla que separa
las promesas del miedo.
La escarcha que se asoma detrás de los cristales
se afila en una larga estalactita
que es preciso beber para saber que estamos
juntos, aunque ya existe una frontera
trazada entre los dos como una herida
que no quiere curar, ni emponzoñarse.


En la cima del sueño
el día tensa el arco.


El primer haz de luz que nos alcance
nos dejará desnudos de promesas.
Recoge esas palabras en desuso
antes que la mañana nos dispare.
No me dejes caer en la tentación,
y líbrame del mal,
del bien,
de la esperanza.


ALEJANDRO CÉSPEDES
Las palomas mensajeras sólo saben volver
Hiperión, Madrid
(1994)






Sofres a miragem da noite
que enche os copos e te envia
suas sombras alcoviteiras.
Mas o dia empenha-se em recordar
que a noite é a névoa que separa
as promessas do medo.
O orvalho aparecendo por trás dos vidros
afila-se numa longa estalactite
que temos de beber para saber que estamos
juntos, embora haja uma fronteira
entre os dois como uma ferida
que não quer curar, nem envenenar-se.


No cume do sonho
o dia retesa o arco.


O primeiro raio de luz que nos alcance
deixar-nos-á nus de promessas.
Colhe essas palavras em desuso
antes que a manhã nos rebente.
Não me deixes cair em tentação,
mas livra-me do mal,
do bem
e da esperança.


(Trad. A.M.)

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